No sé si alguien me habrá echado de menos, igual algunos sí, otros seguro que no. Hace unos meses (quizá más) alguien me comentaba que era demasiado crítica en mis escritos. Y que había muchas cosas maravillosas de las que podría hablar, que siendo tan positiva le chocaba un poco; yo le explicaba, que en muchas ocasiones denunciaba hechos o acontecimientos que me parecían bochornosos y en otras, simplemente hacía de altavoz de alguien, que por algún motivo, no tenía a su alcance ningún medio de comunicación.
Sea como fuere se produjo una pausa (…) y me ha hecho pensar y darle unas cuantas vueltas, demasiadas vueltas.
Y aquí estoy de nuevo. En este tiempo, no me ha hecho falta fijarme demasiado en todas las cosas maravillosas que suceden a mi alrededor ya lo hacía antes. Quizá también sea una forma de transmitirles que en la vida de cada uno también existen. Aunque no por ello ¡claro está! falten las demás, es decir, las desagradables.
Con todo, cada vez que me anime a compartir mis “comentarios” buscaré ambas caras, intentaré “colar” detalles en positivo si el artículo en cuestión es demasiado agrio ☺.
Pues aquí estoy he decidido titularle, Alegrías. Porque es verdad que en la vida hay muchas y muy buenas alegrías.
Estando en mi parroquia celebrando el día de Pentecostés (para los paganos, cuando llegó el Espíritu Santo sobre los apóstoles) me dice mi amiga/hermana M Jesús, que el otro día fue a comprar un regalito y le dice la dependienta ¡ojo! “que la Cruz es tendencia”…a M Jesús le hizo “gracia” la frase y le contestó: a mí me lo vas a decir.
Permíteme M Jesús un pequeño repaso, para ilustrar a nuestros lectores, porque seguro que hay alguno que no lo sabe.
M Jesús hace poco fue atropellada en nuestra ciudad, en uno de esos pasos de peatones que a veces coinciden frente al sol, que a su vez deslumbra al conductor.
Fue bastante duro, el hospital, la recuperación, la rehabilitación…y después va y le detectan un cáncer (demasiado escueto:)
Y ustedes dirán ¿pero esto no iba a ser alegre?? Esperaaaa
Vuelvo al escenario en el que no encontrábamos hace un rato, un festival en la Parroquia del Pilar, cantando de fondo la “Banda de Nacho” aquella de: …prometo ver la alegría, escarmentar de la experiencia, Pero nunca, nunca más usar la violencia para chururuchuru….ya saben y a mi lado M Jesús bailando en la silla ¿en la sillaaa? Y de repente nos levantamos las dos y salimos corriendo junto al escenario y como locas nos ponemos a bailar y vemos la alegría que canta la canción.
Y sacamos a Gema, con silla de ruedas incluida y a la hija de M Jesús, que está embarazada del cuarto hijo y BOOMMM todo se dispara y estalla una alegría imposible de describir, bailando y cantando una ALEGRÍA así, con mayúsculas.
Y es que esos segundos que hemos bailado saltaban chispas de felicidad, han sido la mejor terapia para todas bueno y Constan, que creo que también le ha sacado alguien a bailar.
Pero saben qué? Tengo la sensación que quien no es cristiano, no puede entenderlo. Esta alegría solo puede venir de Cristo resucitado.
Porque es normal que se pregunten ¿con cáncer, recuperándose aún de las heridas del atropello, puede estar alegre? Sí todo es posible, ya lo dijo el Señor: “ven y verás”. Aun así, adjunto foto que lo demuestra por si alguien no se fía.
Solo la fe hace que sucedan estas cosas, la alegría de compartir, de bailar, de reír, de llorar todo es posible gracias a la fe pero sobre todo y por encima de todo la fuerza de LA ALEGRÍA.
Quien lo vive es capaz de entenderlo, pero si no es tu caso ven a verlo, las heridas de la vida que a veces no cicatrizan, con la fe lo hacen.