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REPORTAJES DE FÚTBOL

Fueron blanquiazules; son leyenda (II)

Fueron blanquiazules; son leyenda (II)
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Mariano García Remón, el “Gato de Odessa”, jugó en El Prado tres meses, en diciembre se marchaba a Oviedo y de ahí regresaba al todopoderoso Real Madrid

domingo 05 de junio de 2022, 17:00h

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Cuando la memoria nos falla en momentos delicados, siempre es bueno el recurrente de echar una vista al pasado con el objetivo de esperar un futuro mejor. El descenso a Segunda RFEF del actual CF Talavera, que a no tardar mucho, ha de ser ya Sociedad Anónima Deportiva, se nos antoja apropiado para dar cabida al presente reportaje, que repartiremos en capítulos.

Como premisa —para el autor y este medio— incentivar los ánimos de una alicaída afición, que ha tenido un ejemplar comportamiento de apoyo en esta temporada que está a punto de finalizar, pese a que en algunos momentos no ha recibido el trato que se merecía por parte de quien ha ejercido la máxima responsabilidad de la estructura cerámica. Es de esperar que el tránsito por ella sea breve.

Hablamos —escribimos, mejor— de una pléyade de jugadores y entrenadores que a lo largo de los tiempos desplegaron en Talavera de la Reina sus andanzas futbolísticas y dejaron en todos nosotros una grata sensación difícil de olvidar. Iniciábamos el serial la semana pasada con el chicharrero Cantudo, y el turno de ésta lo ocupa nada más y nada menos que Mariano García Remón.

Mariano García Remón había nacido en Madrid el 30 de septiembre de 1950, en pleno barrio de Argüelles. Su padre jugó al fútbol en categoría regional, cuestión ésta que resultó muy influyente para que el vástago del matrimonio formado por Mariano y Carmina, encaminase sus pasos tras la estela de su progenitor. Mariano comenzó su andadura por el mundo del fútbol enrolado en los equipos inferiores del Rayo Vallecano, donde fue destacando hasta llegar a ocupar de forma perenne la portería del juvenil del equipo franjirrojo. Es en esas, en 1966, cuando uno de los más prestigiosos entrenadores que ha dado el fútbol español, don Pedro Eguiluz, se fija en aquel joven muchacho, no muy alto, para el puesto que ocupaba, pero seguro y sobrio debajo de los palos, y le lleva a la Escuela de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, donde comienza su larga carrera en el Real Madrid.

Desde joven acaparó la atención de los técnicos de la casa y de algunos de fuera de ella se centran pronto en las fabulosas dotes del portero, aunque esto no fue excusa para que García Remón pasara por todas las categorías del Club (Juvenil, Tercera y Segunda) y, por fin, el primer equipo de Concha Espina. Lo que sucede es que los porteros sólo pueden jugar uno en cada partido, y en la plantilla normalmente hay tres, y eso limita bastante a los que juegan en esta demarcación. Para García Remón las cosas no iban a ser distintas. La portería blanca estaba perfectamente cubierta con hombres de la talla de Betancort, Araquistáin, Borja, los ya mencionados Miguel Ángel y Junquera, y al joven Mariano le tocó ir cedido al Talavera en la temporada 1970—71 (Tercera), y en el mes de diciembre prestado al Oviedo (Segunda) y, como colofón, el Real Madrid de la mano de Miguel Muñoz, cuando se cumplía el año 1971.

Desde entonces, hasta su retirada en la temporada 1983/84, García Remón fue labrando uno de los palmarés más brillantes del fútbol español, como lo acreditan los seis títulos de Liga y tres Copas que consiguió durante los 15 años que permaneció en el equipo. Jugó un total de 177 partidos de Liga y 25 de Copa, encajando 160 goles en la Liga y 26 en la Copa. García Remón disputó en competiciones internacionales un total de 20 partidos de Copa de Europa, 7 de la UEFA y 2 de Recopa. En las temporadas 1984—85 y 1985—86, figuró en la plantilla como tercer portero, aunque no jugó ni un solo partido. En esas dos campañas el Real Madrid conquistó dos Copas de la UEFA y una Liga, por lo que bien podrían incrementarse en su palmarés.

Con el mítico capitán merengue Ignacio Zoco

EN TALAVERA

Tras haber defendido la casaca del Plus Ultra, Mariano llegaba cedido al Talavera CF en la temporada 70-71 y a una plantilla en la que figuraban jugadores como Valiela, Casquero, José María, Arnedo, Arias, Ruiz, Raba, Trujillo, Ramos, Mesón, Heredero, Arranz, Santi, Mesa, Emiliano, Vázquez, Vallejo, Doménech, Lagos, Carrasco y Luis entre otros varios, y estaban dirigidos por Ángel Domínguez Crisol. El equipo militaba en el grupo II de Tercera división —no había Segunda B— tras la reestructuración de la categoría en la anterior temporada, que la deja en la mitad de equipos, ya que hubo descensos masivos a categoría Regional, en concreto los doce últimos equipos de cada grupo descendieron directamente.

Igual que el año anterior, pese a la marcha de García Remón, el equipo acabó 6º con 43 puntos y el siguiente baremo: 16 ganados, 11 empates y 11 derrotas. Marcó 55 goles y encajó 49. Ascenderían el Real Valladolid y el CD Tenerife, éste como campeón, además entrenado por Javier García-Verdugo, que paradójicamente habían acabado la primera vuelta en la octava plaza y entre gritos de fuera, fuera contra el técnico talaverano, tras un empate (0—0) en el Heliodoro Rodríguez López ante sus paisanos del Talavera.

Mariano García Remón, primero en Talavera y después en Oviedo, realizó una magnífica temporada y eso serviría para que los técnicos merengues le rodaran en un equipo de más nivel, enviándolo hasta la capital de Asturias para defender la camiseta del Real Oviedo. De su estancia aquí comentaba que “Yo estaba en el Real Oviedo, a donde había venido en diciembre procedente del Talavera CF y nos salvamos de bajar a Tercera en el último partido, en Palencia. Al acabar la temporada oficial, me llamaron del Real Madrid para incorporarme urgentemente. Sin entrenarme un solo día con ellos, me citaron en la estación de Atocha, me subieron a un tren para viajar toda la noche y me vistieron de portero para debutar en un torneo en Badajoz”. Era el Real Oviedo —seguro que a los aficionados más veteranos les sonarán— de los Rodríguez, Tensi, Juan Manuel, Sistiaga, Chuso, Javier, Del Cueto, Galán, Iriarte y Uría.

Recién llegado de Talavera en una formación del Real Oviedo

Resumiendo, este portero disputó 231 partidos oficiales y fue en 2 ocasiones internacional con España. Fue uno de los mejores guardametas de su época. Llegó al Real Madrid en 1966 y defendió durante casi 20 años el escudo madridista, contribuyendo a la conquista de 14 títulos. García Remón comenzó en las categorías inferiores del Rayo Vallecano. Allí deslumbró, llamando la atención del entrenador Pedro Eguiluz, que le llevaría a la escuela de la Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Era un meta de grandes reflejos y muy instintivo. Sabía mandar a la defensa y animar al equipo desde atrás. Sus actuaciones en competiciones europeas le dieron fama por todo el continente. Tras un gran encuentro frente al Dínamo de Kiev fue bautizado como el Gato de Odessa.

A quien esto escribe y a algunos aficionados talaveranos más nos cupo el honor de haberle visto jugar sobre la tierra y el barro del viejo campo de El Prado.

En un entrenamiento en el Santiago Bernabéu

COMO ENTRENADOR

A su retirada ejerció como técnico en las categorías inferiores del Real Madrid, hasta hacerse con las riendas del Real Madrid C. F. "B" en la temporada 1992/93. Tras el cese de Jorge Valdano como técnico del primer equipo y con la llegada de Arsenio Iglesias, ejerció como segundo entrenador de la primera plantilla reclamado por el técnico gallego antes de ocupar el banquillo de equipos como el Real Sporting de Gijón, entre 1993 y 1995; el Albacete Balompié, en la temporada 1996/97; la U. D. Las Palmas, en la 1997/98; la U. D. Salamanca, en la1999/00; el C. D. Numancia de Soria, en la campaña 2000/01; y el Córdoba C. F., durante los últimos meses de la 2001/02. En 2004 asumió el cargo de entrenador del primer equipo del Real Madrid, donde permaneció apenas tres meses. Desde entonces no ha vuelto a entrenar.

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