El creciente cambio climático puede ser un palo muy duro para Castilla-La Mancha. Ante el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como las sequías, las heladas o las subidas repentinas de temperatura, la agricultura sale perjudicada.
La gravedad del asunto es tal que la región podría perder hasta el 50% de la superficie de viñedo de alta calidad en un escenario de subida de 2ºC de temperatura, especialmente en variedades tempranas como el cencibel o chardonnay.
Y es que esta subida de 2ºC es la esperada según los datos recogidos en el primer estudio sobre los efectos del cambio climático en la agricultura española en el escenario de 2050, realizado por COAG. Asimismo, en la región se espera un descenso del 10% de las lluvias y un aumento de los periodos de sequía, incluso con años extremos en este aspecto.
Con este escenario, empezaría una conflictividad grande por el uso del agua, pues habría un incremento en la demanda de este bien para garantizar el rendimiento y la calidad de los cultivos.
Llegados a este punto, el autor del estudio de COAG, Andoni García, ha demandado instrumentos y acciones "más eficientes" por parte de las administraciones, señalando varios elementos a corregir, como algunos cambios de la nueva PAC 2023 o los sistemas alimentarios globalizados.
Por su parte, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, ha reiterado el compromiso de la Junta en la lucha contra el cambio climático, poniendo en valor las novedades de la nueva PAC y la necesidad de que los agricultores cuenten con un seguro agrario.
Presentación del primer gran estudio divulgativo en torno a la evolución del clima y sus potenciales impactos en viñedos, olivares, campos de cereal y dehesa