Un árbitro de fútbol cadete ha denunciado ante la Guardia Civil la supuesta agresión que sufrió este sábado 23 de abril por parte del entrenador del Torpedo 66 durante un partido disputado contra el Ayuntamiento de Fuensalida dentro del campeonato de Copa Cadete que organiza la Diputación de Toledo, así como insultos graves por parte de algunos jugadores. Todo ello, según su versión, desencadenó una batalla campal en el terreno de juego.
Según el acta del partido redactada por el colegiado de 24 años, y que ha sido filtrada a algunos medios como Radio CLM, el joven vivió una pesadilla el pasado sábado tras finalizar el encuentro referido. El árbitro denuncia “haber sufrido una agresión por parte del entrenador local, que le cogió del cuello y le apretó, mientras sus jugadores le retenían”.
“DE AQUÍ NO SALES VIVO”
El colegiado de ese partido -entre jóvenes de 15 años-, explica en el acta del encuentro –el cual, según ha podido saber La Voz del Tajo, al Torpedo 66 no le ha sido facilitada– que “varios jugadores profirieron insultos graves, mientras me zarandeaban y humillan como un juguete”, diciendo: “Eres un maricón de mierda. De aquí no sales vivo. Mierda. Eres malísimo. Hijo de puta”.
Continúa el relato del trencilla asegurando que “Mientras ocurría todo esto, el entrenador del equipo local, Alfredo Fernández, me agarró con las dos manos fuertemente del cuello, llegando a notar sensación de ahogo y pérdida de conocimiento. Mientras tanto, los jugadores citados anteriormente, me agarraban de brazos y manos, inmovilizándome, y haciéndome temer por mi integridad física, teniendo que ser separado por jugadores del equipo visitante. A lo que el equipo local, respondió propinándonos patadas y puñetazos, lo que ocasionó la invasión de alrededor de unas 50 personas, que formaron una batalla campal”, todo ello hecho público en el programa radiofónico regional Castilla-La Mancha en Juego.
BATALLA CAMPAL
Según el relato del árbitro de ese partido de cadetes, la intervención de un aficionado del equipo local impidió que todo fuese a más. “Tuvo que esquivar a algunos aficionados que me hicieron volver a temer por mi integridad física”, asegura en el documento que debe haber aportado a la entidad organizadora de la competición.
Una vez en los vestuarios, según relata el árbitro del encuentro de cadetes, se acercó a él una persona “identificándose como el presidente del equipo local –Torpedo 66– diciéndome: eso te pasa por pitar como has pitado”.
PARTE DE LESIONES Y DENUNCIA
En el acta, también se refleja el parte de lesiones redactado por un facultativo del centro de salud del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) en Cebolla, a donde acudió acompañado por la Guardia Civil, en el que se identifica “una agresión”. La exploración ha permitido evidenciar lesiones como “enrojecimiento y excoriaciones” en varias partes del cuerpo.
El árbitro ha puesto estos hechos en conocimiento del juez del Juzgado de Primera Instancia Instrucción en Funciones de Talavera de la Reina, “en cumplimiento de los artículos 2662 y 355 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal”.
VERSIÓN DEL TORPEDO
La Voz del Tajo también ha querido conocer la opinión de la parte acusada por el árbitro, la AD Torpedo 66, ya que corren por las redes sociales otras versiones de lo ocurrido. Los responsables del club de Cebolla, en primer lugar, aseguran no tener el acta del partido así como han confirmado a este periódico que han creado una comisión para esclarecer los hechos después de escuchar a todas las partes y, posteriormente, actuar en consecuencia.
De hecho, han facilitado a nuestro medio un comunicado oficial (que les ofrecemos a continuación) en el que “condenan cualquier acto de violencia deportiva” y “se ruega no prejuzgar actos o acciones de personas involucradas en los hechos hasta que sean esclarecidos en su totalidad y se compruebe la veracidad de estos”.
Así las cosas, las redes sociales han hecho volar multitud de comentarios contrapuestos sobre lo ocurrido el pasado sábado elevando el tono de las palabras publicadas en diversos perfiles, algo que no puede sino enmarañar más aún el suceso y provocar problemas extradeportivos en una categoría futbolísitica donde la formación debe primar sobre la competición.