128 días después llegó la victoria en El Prado

Era casi una final el encuentro del pasado domingo, el encuentro de la UD Talavera frente al Torrijos y salieron muy mentalizados desde el primer minuto de partido. Enfrente tuvieron a un Torrijos muy desdibujado que no se encontró cómodo sobre un muy blando césped del Municipal El Prado en los noventa minutos de partido.

El conjunto de Pedro Velasco comenzó mejor que los cerámicos el encuentro, teniendo incluso algún acercamiento al área talaverana protagonizado por Chumi, quien no encontró posibilidad de lanzamiento ante una buena línea defensiva azulona. Los que sí que estuvieron acertados en el primer acercamiento con peligro en el área rojiblanca fueron los de Quintas, con un Diego Prado que empaló un rechace de la defensa mandando el esférico a la escuadra, imposible de detener para el meta torrijeño Córdoba.

Un tanto que sirvió de revulsivo para los cerámicos, que sin tener excesivas oportunidades en el área rival, se pudo marchar al descanso con mayor ventaja, si Borja Lafuerza no hubiera estrellado dos lanzamiento al palo. Mientras que el Torrijos, casi al borde del descanso, disfrutaron de una clara oportunidad para igualar la contienda con un disparo de Jorge que detuvo de forma brillante el meta talaverano César.

Tras el paso por vestuarios y con el chaparrón que cayó en este tiempo sobre la Ciudad de la Cerámica, el césped empeoró notablemente haciendo que todos los futbolistas fueran cayendo sobre el césped. En lo que al encuentro se refiere, los de Talavera siguieron dominando el partido, sin pasar ningún apuro frente a un conjunto rojiblanco que no conseguía llegar con peligro a la meta defendida por César, que fue espectador de lujo en los segundos cuarenta y cinco minutos.

La UD Talavera estaba tardando en cerrar un encuentro que tenía más que dominado, y llegó en los últimos veinte minutos de encuentro con un lanzamiento de falta de Romi, que tocó con el pecho Yoni Méndez y sobre la línea Álvaro empujó al fondo de las mallas, firmando el dos a cero.

Molina tuvo para su equipo una clara oportunidad para recortar distancias, pero fue de nuevo a balón parado cuando se encontró con la testa de Álvaro para hacer el tercero y pudo llegar el cuarto si Rober no hubiera fallado un penalti. Con esta victoria los azulones salen del descenso.