La tensión arterial es la presión que tiene la sangre cuando circula por nuestras arterias y, como en cualquier circuito que contenga líquidos, la presión es la que hace que la sangre pueda llegar a los órganos. La presión varía entre hombres y mujeres, y además varía de manera constante en las personas a lo largo del día.
El doctor Alberto García-Lledó, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares) señala que la tensión arterial es mayor en los hombres que en las mujeres hasta la edad de la menopausia, momento en el que pasa a ser similar a la de los hombres.
“Sabemos que en mujeres de edad avanzada el daño por la hipertensión puede ser mayor que en los hombres. Parece claro que las hormonas femeninas tienen un claro efecto protector que se pierde al desaparecer la menstruación”, ha apuntado.
Respecto a la variación de la tensión a lo largo del día, el cardiólogo subraya que la tensión varía de forma constante, siendo más baja en reposo: “Debe subir con cualquier actividad y con el estrés. La forma de modificarse la tensión es distinta según los estímulos. El frío hace subir la presión diastólica y el calor la baja. Con el esfuerzo isotónico la tensión sistólica sube mientras que la diastólica debe bajar. Por el contrario, con el esfuerzo isométrico suben ambas sobre todo la diastólica”.
MOMENTO IDÓNEO PARA MEDIR LA TENSIÓN
Al no tener una tensión constante, Lledó recomienda medir la tensión siempre a la misma hora, preferentemente por la mañana y en ayunas. Además, ha hablado de la denominada “hipertensión de bata blanca” que no es otra cosa que los cambios de los valores de presión por miedo al médico.
También ha incidido en que la tensión arterial baja por la noche debido a que el cuerpo no necesita que llegue tanta sangre a los órganos en reposo. Y por ello, en ocasiones, al levantarse de manera brusca por las noches se produce esa sensación de mareo dado que la tensión es baja.
FACTORES QUE INFLUYEN EN QUE LA TENSIÓN VARÍE
Lledó ha señalado que la tensión cambia de forma normal con el ejercicio, las emociones y la temperatura. Otro de los factores es el paso del tiempo, el doctor mantiene que a medida que pasan los años la tensión suele ir en aumento al igual que ocurre en las mujeres.
Respecto a los cambios que pueden provocar los fármacos afirma que “hay fármacos que aumentan la tensión y deben ser usados con prudencia en los hipertensos, mientras que otros la bajan, aunque no se usen específicamente para el tratamiento de la hipertensión. Cuando se detecta una tensión anormalmente alta o baja es necesario conocer los medicamentos que está usando la persona afectada”.
¿CUÁNDO CONTROLAR LA TENSIÓN?
Lledó apunta que es necesario mantener un control sobre la presión arterial, sobre todo en los casos de hipertensión, un problema de salud muy frecuente y habitual en personas con obesidad, diabetes y antecedentes familiares de hipertensión o enfermedad cardiovascular.
“Para el resto de la población es recomendable hacer medidas en personas adultas al menos en lo que llamamos contactos oportunistas, cuando acuden al médico por otros motivos”, apunta.
Además, este experto ha querido destacar la clara relación entre la obesidad y la hipertensión, de manera que una de las mejores formas de controlar la tensión alta o de reducir el riesgo de hipertensión es perder peso.