Efectivos de la Guardia Civil han detenido a una persona sobre la que constaban seis requisitorias judiciales en vigor.
El suceso ocurrió el pasado 27 de marzo, cuando una patrulla de Almorox (Toledo) realizaba un dispositivo preventivo para la protección de la seguridad ciudadana e identificó a un varón de 30 años.
A continuación, los agentes comprobaron a través de la Central Operativa de Servicios (COS) de la Guardia Civil de Toledo, que sobre el joven constaban seis requerimientos judiciales, tres del Juzgado de Lo Penal Nº 1 de Toledo, uno del Juzgado de Lo Penal Nº 3 de la misma localidad, uno del Juzgado de Lo Penal Nº 1 de Móstoles y el último, del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº 6 de Navalcarnero.
Las requisitorias judiciales son mandamientos expedidos por una autoridad judicial, en la que se ordena el llamamiento de una persona sometida a un proceso penal.
Lo más grave del asunto es que de las seis órdenes judiciales, tres solicitaban el ingreso en prisión; dos, su detención y personación ante el juzgado solicitante; y uno, averiguación de domicilio y paradero. Las requisitorias venían motivadas por varios delitos contra el patrimonio cometidos presuntamente por esta persona.
Ante la comprobación de su situación, los agentes detuvieron al hombre, y lo trasladaron inmediatamente al Puesto de la Guardia Civil de Almorox, con la finalidad de instruir el pertinente atestado policial, y poner al encausado a disposición judicial lo antes posible.