El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha lamentado las "desafortunadas" declaraciones del presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Mario Urrea, quien ha estimado que la reducción del trasvase podría suponer una merma de 5.000 empleos en el sector agrícola en territorio murciano, afirmaciones que ha tildado de "surrealistas".
A preguntas de los medios tras una rueda de prensa, ha asegurado que el presidente de una confederación "tiene unos cometidos", y desde su punto de vista no son hacer esas valoraciones.
"Las declaraciones son desafortunadas. Puede que se produzca una pérdida de empleo si al haber menos agua del trasvase no son capaces de utilizar las desaladoras", ha sugerido Martínez Arroyo.
Además, ha agregado que quien sí ha perdido empleos desde los años 70 por el trasvase ha sido Castilla-La Mancha, ya que mucha gente ha tenido que irse de su tierra en este contexto.
Urrea explicó el impacto socioeconómico que supondrá la elevación de caudales ecológicos en el Tajo, que afectará positivamente a Talavera y Toledo.
MALESTAR EN LEVANTE
El presidente de los regantes del Trasvase (Scrats) mostró ayer su pesimismo a raíz de las pérdidas estimadas por el futuro recorte de las transferencias del Tajo, de unos 105 hectómetros anuales "en el mejor de los casos".
"Esto significa que Murcia pinta poquísimo, nada, nulo, en el contexto nacional. Enhorabuena al señor García Page, ha hecho una excelente gestión política", dijo con ironía.
"Muerto el perro, se acabó la rabia", puso como ejemplo Jiménez para explicar la decisión del Gobierno, a cuyos dirigentes crítico por gobernar a base de "decretazo", lo que le recuerda a "otros tiempos"
REACCIÓN DEL PRESIDENTE MURCIA
El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, consideró inadmisibles las consecuencias que sobre el trasvase tendrá la elevación del caudal ecológico del Tajo.