Los miserables
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Todo indicaba que la suma precariedad económica española, solo podría paliarse en alguna medida, con el tan traído y llevado rescate
Soy de los que piensan que, en alguna forma, sería una manera de engrasar la maquinaria y asomar un poco la cabeza pero no, lo que parecía una realidad, se ha ido disipando con el transcurrir de los meses y es que, el gobierno español, la oposición socialista y gran parte del conglomerado político, están unidos y se resisten con estoicismo a que Europa rescate a España. De seguro que, habrá muchos españoles de bien que pensaran es por el bien de la nación pero, nada más lejos de la realidad, la verdad es que la casta política y los partidos que les representan, temen que la intervención de Europa acabe con el chiringuito corrupto y antidemocrático que han montado, al que llaman "Estado de Derecho", cuando en realidad es un Estado profundamente injusto y desequilibrado, donde el pueblo está ausente y los políticos gozan de privilegios y ventajas que causan escándalo, desgobierno y vergüenza. De hecho, a los nacionalistas radicales e independentistas, la llegada de la intervención europea les aterra dado que, Europa no soportaría ni un minuto su provechoso e inmoral chantaje permanente a España.
¿Se han preguntado mis queridos lectores por qué los políticos en el poder se niegan a pedir el rescate de España, a pesar de que el país está en quiebra técnica? Muy sencillo, porque temen que con el rescate llegue la intervención europea, cruda, dura y directa, que imponga la medida más urgente y necesaria para salvar a España: el adelgazamiento drástico del Estado, lo que traería consigo el declive del clientelismo, amiguismo, nepotismo, abuso de poder y de cientos de miles de políticos aferrados a la teta del Estado como fieras, arruinando al país y parasitando a España. Véase, por ejemplo, el indecente despilfarro del grupo de Senadores que, ni ellos mismos, saben cuales son sus premisas ni el papel que desempeñan en el desconcertante circo político.
En realidad, a los ciudadanos, a la economía y al bien común conviene un rescate con intervención, pero a los políticos les restaría mucho poder. Por eso, se niegan a solicitarlo, para impedir que llegue a España la troika comunitaria y acabe con el paraíso injusto e indecente que los políticos españoles han construido para su uso y disfrute.
La pura y dura realidad es que, en España sobran casi 350.000 políticos colocados en el Estado, una marea infecta e inútil que convierte al Estado español en uno de los más insostenibles del planeta. La intervención acabaría de un plumazo con ese abuso que los políticos se niegan a realizar.
La llegada de la intervención europea haría enrojecer de vergüenza a la clase política española porque demostraría que los grandes ahorros y recortes son, precisamente, los que los partidos políticos se niegan a realizar. Quedaría claro que si se hubieran practicado esos recortes en el Estado, no habría sido necesario arruinar a la clase media española con los impuestos más desproporcionados e injustos de toda Europa, ni habrían tenido que desmontarse parte de la sanidad pública, educación y otros muchos servicios sociales y ayudas suprimidas por una tropa política que es capaz de todo antes que renunciar a sus exclusivos privilegios.
Son, unos miserables.