Ya es conocido que los ruidos muy fuertes son perjudiciales y bastante molestos para muchos animales. No es nada raro ver a un perro o gato ladrar o temblar ante el sonido de los fuegos artificiales.
Pero, no solo se produce con los petardos o fuegos artificiales, sino que también lo padecen principalmente con electrodomésticos y las tormentas de verano, entre muchos otros ruidos. Y es que está situación sobre todo si es continua en el tiempo puede provocar ansiedad, estrés e incluso fobias difíciles de tratar en las mascotas.
Por esta situación, y ahora que va a ser tiempo de Fallas, KIKOWO, un grupo de tiendas especializadas en el cuidado de mascotas, quiere poner el foco en cómo se debe actuar para minimizar el impacto de estos fuertes sonidos en la vida de nuestros peludos.
Ana Ramírez, la directora técnica veterinaria de KIWOKO, comenta que “cuando convivimos con una mascota debemos estar atentos para conocer todos los matices de su carácter y reconocer cuáles son sus preferencias y gustos, pero también sus temores o las situaciones que les generan estrés”. Sobre todo, la veterinaria recomienda no reñir al animal ya que solo “tendrá un efecto negativo y únicamente contribuirá a empeorar su estado de nervios”.
En esta situación, la mejor solución es dejar a la mascota que se esconda en un lugar en el que se sienta a salvo. Aunque también, los dueños o cuidadores pueden apoyar al animal, como el transportín tapado con una manta o mantener las ventanas de la casa cerradas para amortiguar el sonido.