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Cuando Juan Carlos y Sofía visitaron Talavera

El rey emérito lleva ya bastante tiempo residiendo en Abu Dabi
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El rey emérito lleva ya bastante tiempo residiendo en Abu Dabi

Ahora que el Rey Emérito ha anunciado al Rey Felipe VI su deseo de volver a España les contamos su primera visita oficial tras haber sido designado Jefe del estado; era el 25 de noviembre de 1976

martes 08 de marzo de 2022, 09:50h

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La noticia saltaba a los medios de comunicación en la tarde-noche de ayer lunes 7 de marzo: “Juan Carlos I y su posible vuelta a España de ámbito privado” rezaba en uno de sus titulares. Como subtítulo se podía leer “que el rey emérito ha emitido un escrito en el que descarta volver a residir en España de forma inmediata, pero sí hará visitas con frecuencia”.

Como complemento —ya en el texto— se determinaba que “El rey emérito Juan Carlos I ha enviado una carta a Felipe VI, actual rey de España, en la que le indica la posibilidad de visitar de forma esporádica el país, manteniendo su residencia en Abu Dabi, donde vive desde el mes de agosto de 2020. De esta forma, decide "continuar residiendo de forma permanente en Abu Dabi".

El exmonarca, en la carta que ha hecho pública la Casa Real, deja la puerta abierta a su vuelta a vivir España en un futuro. Llegado el caso sería "ámbito de carácter privado". Por lo tanto, fuera de La Zarzuela. La fórmula es la misma que la elegida por Juan Carlos I para comunicar su salida de España, el día 3 de agosto de 2020.

ENTRE NOSOTROS

Era el 25 de noviembre de 1976 y se cumplía el primer año de la muerta de Franco. España estaba en pleno proceso pre democrático y don Juan Carlos había sido designado ya Jefe del Estado. Realizaba de este modo su primera visita a la provincia de Toledo y su primer punto de encuentro se estableció en Talavera de la Reina. Toledo, Villacañas, Santa Olalla, Torrijos, Alcabón, Rielves, Nambroca, Almonacid, Mascaraque, Mora, Tembleque, Lillo y La Guardia, los siguientes en su recorrido entre nosotros. Este es el comienzo de la mayoría de las crónicas de los periódicos y revistas de la época (Luis Moreno Nieto en la revista de Diputación y en nuestra VOZ) de las que hemos utilizado como fuente para la presente información.

A la hora establecida, diez de la mañana, el campo Municipal El Prado recibía a los monarcas que llegaron en helicóptero. Sobre la tierra del recinto deportivo fueron recibidos por el Ministro de jornada don Leopoldo Calvo Sotelo y el Gobernador Civil de la Provincia don Carlos Pérez de Lama. Las crónicas de la época atestiguan que don Juan Carlos vestía un traje gris con camisa de rayas azul marino y corbata azul. Doña Sofía, un abrigo de suave color corinto y vestido en tonos malvas.

En el protocolo establecido la cabalgata, con destino al Ayuntamiento, se inició en la Avenida de Pío XII, avenida de Toledo, General Mola, Ronda del Cañillo, calle José Luis Gallo hasta la plaza del General Primo de Rivera, para regresar después por la calle de Calvo Sotelo, Corredera del Cristo, avenida de José Antonio, Ronda del Cañillo, avenida del General Yagüe hasta la Ermita de Nuestra Señora del Prado. Y hasta el consistorio talaverano fueron acompañados por el ministro Calvo Sotelo, el Jefe de la Casa Real, Marqués de Mondéjar, además del jefe del Cuarto Militar y ayudante de servicio.

Miles de talaveranos, que habían sido congregados para la ocasión en la Plaza de Primo de Rivera con numerosas pancartas reivindicativas, prorrumpieron en gritos de entusiasmo ante la llegada de los Reyes. Y algunas de las pancartas resultaban enormemente expresivas: “Majestad, viva el trabajo, si nos trasvasan el río nos quedaremos sin “tajo”. "Juan Carlos, Sofía, queremos vuestra compañía”. “Los alumnos de Formación Profesional Agraria saludan a sus Reyes”. “Queremos Campo de Fútbol, el Ayuntamiento aporta el 50 por 100 y los terrenos”. “Juan Carlos, Sofía, necesitamos otro Instituto; los estudiantes de Talavera os lo piden. ¡Vivan los Reyes!”, eran varias de ellas.

En la puerta del consistorio fueron recibidos por el alcalde-presidente de la corporación municipal, don Aureliano Prieto, que de inmediato le haría entrega del bastón de mando de la ciudad, a la vez que la esposa entregaba a doña Sofía un precioso ramo de flores. Uno por uno les fue presentados todos los miembros de gobierno municipal, para a continuación hacerlo con los representantes de la Diputación Provincial que por entonces presidía don José Finat y de Bustos que a su ver era marqués de Corvera. Entre los asistentes a la recepción, el conde Mayalde como vicepresidente de las Cortes, el exministro de Trabajo, el toledano Licinio de la Fuente y don Antonio Hesse López, que era procurador en Cortes por la provincia de Toledo.

Efectuado el reglamentario protocolo de saludo y presentaciones, don Juan Carlos descubrió en la entrada principal una lápida en cerámica que conmemoraba la visita regia, muy agradecida por el monarca. Mientras, en un salón contiguo esperaban las esposas de los miembros de la corporación para el protocolario saludo y unos instantes de conversación.

CIERRE DEL COMERCIO

En las fechas previas a la visita de los Reyes de España, el consistorio había conminado al cierre del comercio en esa jornada del 25 de noviembre, mientras el gobierno civil instó a los ayuntamientos de la comarca a incentivar la presencia de ciudadanos en Talavera. La Plaza del pan y sus aledaños ofrecían una imagen espectacular, completamente repleta de un público entusiasmado por la presencia de sus majestades.

Desde el balcón central del ayuntamiento el alcalde don Aureliano Prieto realizó la salutación a don Juan Carlos y doña Sofía en los siguientes términos:

En nombre del Excelentísimo Ayuntamiento me cabe el honor de daros la bienvenida a esta ciudad de Talavera que os acoge, no sólo con respeto, sino con cariño, porque ve en sus Reyes la personificación de algo tan trascendental como lo es la Monarquía. Por ser esta la ciudad más populosa de la Provincia, cabecera de una extensa comarca y la primera ciudad que visitáis en este vuestro primer viaje como Soberanos, quiero significaros, que si esta Provincia es agreste y montaraz en la Jara y Montes de Toledo, es llanura y viñedo en la Mancha, tierra de pan llevar en la Sagra, encinar con vocación extremeña en Oropesa y vega fértil en Talavera, con ser tan variopinta su fisonomía, esta Provincia tan cargada de historia, es uniforme en sus sentimientos de lealtad y adhesión a Vuestras Majestades y que las expresiones de cariño que aquí encontráis las encontraréis en la Provincia entera. Os he hecho entrega, Señor, del bastón de mando de esta ciudad, no sólo porque así se debe a vuestro rango, sino porque estoy convencido de que el mejor Alcalde es el Rey. Se que no queréis, Señores, que vuestros viajes sean el desarrollo de un protocolo que os es debido, sino que deseáis algo más, deseáis conocer los anhelos de las ciudades que visitáis, saber de sus necesidades, en una palabra, tomar contacto directo con el pueblo, con este pueblo que os aclama porque es consciente de vuestro sacrificio y afán de servir a España; por eso espero, Señor, que en la reunión de trabajo que habéis hecho incluir en el apretado programa de este día a la que tendré el honor de asistir en Toledo, sean oídas las necesidades que esta ciudad tiene planteadas ante la Administración y que Vos, que lleváis ahora el Bastón de Mando, símbolo de Ja autoridad en Talavera de la Reina, os intereséis por su solución, porque son las necesidades de una ciudad que alberga 60.000 habitantes y que crece a impulsos de la laboriosidad de los que en ella moran que desean trabajar en paz, porque saben que el progreso de Talavera es el progreso de la provincia de Toledo y el progreso de España. A Vos, Señor, el Ayuntamiento de Talavera os concedió la Medalla de Oro de la ciudad, la más alta distinción que puede conceder, cuando erais Príncipe de España y nos cabe el alto honor de entregárosla siendo Rey. Habéis cumplido vuestra palabra como quien sois, pues al aceptarla, manifestasteis vuestro deseo de que se os entregara en Talavera y nos habéis concedido el privilegio de vuestra presencia; gracias por ello, y tened presente que el valor de esta medalla no reside en el metal con que se ha acuñado, sino en el cariño y adhesión que palpita en el corazón de todos los talaveranos. A Vos, Señora, que sois abnegada compañera de nuestro Rey, no sólo en el hogar, sino en sus viajes, que sabéis compartir con vuestro augusto esposo esos silencios que tienen todos los hombres que ejercen función pública, hemos querido haceros reconocimiento de nuestro respeto y afecto y como Talaveras hay varias en la Geografía Patria, pero sólo una es de la Reina, ya que a comienzos del siglo XIV esta ciudad fue concedida en arras de matrimonio a doña María de Portugal por el Rey Alfonso XI y desde entonces lleva el apelativo de la Reina, por esta razón histórica y porque los talaveranos deseamos que este apelativo tenga un auténtico sentido, el Ayuntamiento nombró a Su Majestad la Reina Doña Sofía, Regidora Perpetua de Honor, acordando que en solemne acto se la entreguen las insignias y atributos que la acreditan como tal, os rogamos, Señora, aceptéis este nombramiento como una ofrenda que las mujeres talaveranas hacen a su Reina en la que ven no sólo a su Soberana, sino a una esposa y madre ejemplar. Quiero resaltar que sus Majestades antes de abandonar Talavera van a visitar a nuestra Madre y Alcaldesa la Virgen del Prado; esa atención nos llena de satisfacción a todos sus hijos: que Ella derrame sus bendiciones sobre nuestros Soberanos, sobre nuestra Provincia, sobre España entera. Talaveranos: ¡Vivan los Reyes! ¡Viva España!”.

RESPUESTA DEL REY

Don Juan Carlos contestaría a la salutación de don Aureliano Prieto de la siguiente manera:

Muchas gracias por tan afectuosas palabras de saludo y bienvenida a la provincia de Toledo y a Talavera de la Reina. En Toledo nos sentimos en el centro y en el corazón de España, por la Historia y por la Geografía. Estas tierras, como vosotros toledanos, son bravas y fuertes, agradecidas a la atención y al trabajo, honradas y leales. Talavera, tan cerca de la capital histórica, Toledo, y de la moderna capital de la Nación, es ejemplo de laboriosidad y de desarrollo debido al propio empeño. Yo os agradezco cuanto hacéis por crear riqueza y por mantener la paz y la concordia, porque en el esfuerzo de todos y cada uno de nosotros está la clave de nuestro porvenir. Agradezco mucho esta Medalla de Oro de la Ciudad, que conservaré con orgullo, y agradezco también de parte de la Reina el nombramiento de Regidora Perpetua de Honor de Talavera, vinculada por su nombre a las Reinas de Castilla y León y de España, y desde hoy vinculada aún más a nuestro corazón” .

Llegaba el protagonismo de los miles de asistentes al acto. Aplausos, vítores y aclamaciones se repitieron a lo largo del breve discurso del Rey que desbordaron el entusiasmo al final. Otra vez, en el despacho del Alcalde, los Reyes firmaron en el Libro de Honor del Ayuntamiento y Ies fue mostrado un plato de porcelana, finísimo, en el que estaban pintadas la efigie del actual Rey y las de todos los Borbones. Gustó tanto el plato a Don Juan Carlos que, a pesar de ser de propiedad particular, le fue ofrecido como obsequio que agradeció profundamente. En el salón de sesiones del Ayuntamiento y con toda solemnidad, previa lectura de la moción en que el actual Alcalde hizo la propuesta y del acta de aprobación por el Pleno de la Concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad al que entonces era Príncipe de España, le fue entre¬gada la misma por el señor Alcalde.

Asimismo, y tras leer el Secretario el acuerdo por el que el Ayuntamiento acordó también por aclamación nombrar a la Reina Doña Sofía Regidora Perpetua de Honor de la ciudad de Talavera de la Reina, el Alcalde hizo entrega a Doña Sofía del Bastón de Alcaldesa y de un alfiler de oro con el escudo de la Ciudad que, a petición de la propia Reina y contra protocolo, le prendió en el abrigo que portaba.

Se pasó nuevamente al despacho de la Alcaldía, donde la Cooperativa y Caja Rural “Creta” hizo entrega a su Majestad el Rey de un plato monumental de cerámica que ostentaba en el centro su escudo y estaba orlado primorosamente en estilo renacimiento. Y a la Reina entregó la misma entidad una preciosa vajilla decorada en azul, de cerámica talaverana, con el escudo real en el centro de cada una de las piezas.

Después los Reyes departieron con el Presidente de la Junta Rectora, don Antonio Hesse López; con el Gerente, don Eduardo Villarín Colilla —recientemente fallecido—, y con los miembros de la Junta Rectora don Antonio M. de Medinilla y don José Donadeu, haciéndolo después con todos los miembros de la Corporación Municipal y posando con ellos para los numerosos fotógrafos que hacían información.

El último acto de los Reyes a Talavera fue la visita a la ermita de Nuestra Señora del Prado, Patrona de la ciudad, ante la que se rezó una salve, admirando después los Reyes las antiguas y valiosas cerámicas que en la ermita se atesoran, de las que hicieron grandes elogios. Siguieron viaje a Toledo, y en el trayecto fueron cumplimentados por las Corporaciones Municipales de Santa Olalla, Alcabón, Torrijos y Rielves y vitoreados por los respectivos vecindarios de estos pueblos que se agolparon a su paso por la carretera.

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