El 21 de noviembre de 1984 Talavera de la Reina vio nacer a un futuro campeón que recibió el nombre de Álvaro Bautista Arce. A priori nada hacía pensar que ese niño llegaría a conseguir todo lo que ha conseguido y era poco probable imaginar que, en el año 2022, Álvaro Bautista Arce cumpliría 20 años en la élite del motociclismo.
Sin embargo, 'Bati', como le gusta que le llamen, pronto se encargó de comenzar a sembrar un camino que le ha llevado al lugar en el que está hoy. Con tan solo tres años su subió a una moto y hasta ahora continúa montado en ella.
Hay personas que nacen con un talento innato y que llevan en el ADN la adrenalina y la pasión por las dos ruedas. Eso mismo ocurrió con Álvaro.
Antes de los 10 años, Álvaro ya cargaba a sus espaldas con sus primeras competiciones. Fue en 1993 la primera vez que el talaverano participó en una carrera, en la modalidad de minimotos, y tan solo un año más tarde ya era subcampeón de Madrid en su categoría, a pesar de competir con pilotos de mayor edad que él. Bautista era alevín, pero corría con cadetes y juveniles.
El cajón más alto del podio no se le resistió mucho más tiempo. En la temporada 1995-1996 se proclamó campeón de Madrid en minimotos, título que repitió en 1997. Las minimotos se le quedaban cortas al pequeño campeón, así que ese mismo año dio el salto a la Copa Aprilia de 50cc.
A pesar de llegar a un campeonato que ya estaba muy avanzado, el talaverano no se arrugó, terminó la clasificación general en sexta posición e incluso consiguió su primer podio. Volvió al año siguiente y el resultado fue todavía mejor, tercer clasificado de la Copa Aprilia por detrás de un tal Jorge Lorenzo (1º) y de un tal Joan Olivé (2º), palabras mayores.
El ascenso de Bautista era imparable y cada año se superaba en las competiciones, lo que llevó a Alberto Puig a seleccionarle en 1999 para correr la Copa de Promoción MoviStar Activa. El prestigioso manager y expiloto escogió a Álvaro, en una selección de 400 pilotos, lo que indicaba que el talaverano era un piloto especial.
En su primer año en la Copa de Promoción logró alcanzar el quinto puesto y al año siguiente volvió a repetir participación, además de ser el piloto reserva del equipo Movistar Junior Team en el Campeonato de España de 125cc.
LA LLEGADA AL MUNDIAL
Su debut en el mundial de motociclismo, en la categoría de 125cc, fue en el año 2001 con el Team Belart. La moto que conducía Álvaro era una Yamaha de serie que solo pudo manejar hasta mediados de temporada, ya que el equipo se retiró del mundial. Esto provocó que el talaverano estuviera a punto de retirarse por falta de recursos, pero Manuel Morente apareció para ficharle y hacerle correr lo que restaba del Campeonato de España.
Bajo la tutela de Morente, en el año 2002, Bautista corrió el Campeonato de España, el Campeonato de Europa y cuatro carreras del Mundial de pilotos de 125cc. Lo hizo como piloto invitado y lo hizo con los colores del Team Atlético de Madrid. Aquella temporada se saldó con un subcampeonato de España y con varios podios en el Campeonato de Europa.
Hasta 2003 no llegó a competir en todas las carreras del Mundial. Fue con el Seedorf Racing (equipo propiedad del futbolista Clarence Seedorf) y con una Aprilia con la que compitió en el Mundial y en el Campeonato de España.
En ese equipo compartió box con Héctor Barbera, uno de los mejores pilotos españoles de la época, que al término de esa temporada dio el salto a la siguiente categoría. Álvaro continuó en 125cc tras alzarse campeón en el Campeonato de España, pero la nueva temporada con el Seedorf Racing no fue como esperaba, así que el talaverano decidió abandonar el equipo para emprender un nuevo camino.
ALCANZAR LA GLORIA
El año 2006 está marcado a fuego en la vida de Álvaro Bautista. El piloto de Talavera firmó para esta temporada con el Aprilia-Aspar Team, equipo dirigido por Jorge Martínez “Aspar”.
Tras conseguir sus mejores resultados con una Aprilia, Álvaro volvía a reencontrarse con la moto italiana y lo hacía con una de las Aprilias RS125 oficiales. Era la oportunidad del talaverano y desde luego que no la desaprovechó.
8 victorias y 6 podios en esa temporada elevaron a Álvaro Bautista a lo más alto del motociclismo. El talaverano se proclamó campeón del mundo de 125cc a falta de tres carreras, en un mundial que dominó de principio a fin y que concluyó con una ventaja de 76 puntos sobre el segundo clasificado.
Tan solo en 2 de 16 carreras Álvaro no estuvo presente en el podio, una barbaridad de temporada. Philip Island, el Gran Premio de Australia, coronó al talaverano tras imponerse en esa carrera.
Bautista alcanzó la gloria bajo la dirección de Aspar y decidió dar el salto a la siguiente categoría, también bajo la mano de uno de los pilotos más laureados del motociclismo español.
EL SALTO A 250cc
La llegada a la siguiente cilindrada no fue nada mal para el talaverano. Dos victorias y un cuarto puesto en el Mundial de pilotos posicionaban a Bautista como uno de los pilotos favoritos al título para la siguiente temporada.
En 2008 seguía en el Aspar Team, sobre una Aprilia RSW250 oficial, el talaverano se convirtió en el primer piloto del equipo, por delante de su compañero Héctor Faubel.
Una temporada en la que rozó el título pero en la que las numerosas caídas sufridas lastraron el camino al título, que finalmente fue para Marco Simoncelli. 4 victorias y 7 podios fueron el balance final de la segunda campaña de Álvaro, que seguía luchando por volver a alzarse campeón mundial.
2009 fue la última temporada de Bautista en 250cc. Nuevamente partía como uno de los favoritos al título, pero al igual que en la temporada anterior las caídas fastidiaron el gran trabajo del talaverano.
3 caídas en las últimas 4 carreras acabaron con las posibilidades de proclamarse campeón tras una campaña en la que logró 2 victorias y 8 podios. El Mundial se le resistía al talaverano, que finalmente dejaba a un lado su intención de salir campeón en 250cc y daba el salto a la categoría reina, MotoGP.
EL ESFUERZO NO SE NEGOCIA
Si existe algo que defina el trayecto de Álvaro Bautista en MotoGP es el trabajo y el esfuerzo. Desde su llegada a la categoría reina el piloto talaverano demostró su talento a base de trabajo en cada una de las escuderías en las que estuvo.
El equipo oficial Rizla-Suzuki acogió al de Talavera en su primera temporada. Un año de aprendizaje que tenía como objetivo acostumbrarse a las motos más potentes y en el que Álvaro consiguió dos quintos puestos en Cataluña y Malasia, y realizó un gran final de campeonato.
En 2011 se quedó como el único piloto oficial de Suzuki, pero el año no empieza bien. En los entrenamientos libres del primer gran premio se fractura el fémur y se pierde las primeras carreras del campeonato. El 9 de noviembre de ese mismo año se confirmó el fichaje del español por la escudería San Carlo Honda Gresini, sustituyendo al fallecido Marco Simoncelli.
Con el equipo Gresini el talaverano consiguió sus mejores resultados en la categoría reina. El 16 de junio de 2012 logra su primera pole position en el GP Gran Bretaña, esa temporada consigue dos podios y termina en quinto lugar.
Un idilio con el equipo que se extendió hasta la temporada 2017, año en el que volvió a juntar su camino con el de Jorge Martínez Aspar. La etapa de Bautista en MotoGP iba llegando a su fin, pero su pasión por las dos ruedas continuaba, así que era momento de emprender un nuevo reto.
MUNDIAL DE SUPERBIKES
Con un gran palmarés y una larga trayectoria a sus espaldas, el piloto de Talavera aterrizó en el WorldSBK por la puerta grande.
De la mano del equipo Aruba.it Racing-Ducati y con una Ducati V4 R logró el mejor comienzo de la historia en el Mundial de Superbikes, 11 victorias de manera consecutiva y con un dominio aplastante.
En su primer año Bautista estaba peleando por el título pero a mediados de temporada el rendimiento de la moto disminuyó notablemente, provocando un bajón en los resultados del español. Sin embargo, finalizó el curso con 16 victorias y un segundo puesto en la clasificación general.
A pesar de la gran temporada con Ducati, Álvaro decidió marcharse a Honda, que llegaba al WorldSBK con un nuevo equipo de fábrica y partía desde cero con la intención de acabar en lo más alto del podio. Pero ese objetivo se quedó en un sueño porque la realidad fue muy distinta.
La moto no era competitiva para alcanzar los primeros puestos y hacer una moto desde el principio para conseguir pelear con los mejores suponía realizar un esfuerzo a largo plazo, tiempo que el piloto de Talavera no quería perder y que le ha llevado a volver a Ducati para esta temporada.
LUCHAR POR VOLVER A LO MÁS ALTO
Tras dos temporadas en Honda, terminando 10º y 9º del Mundial, Bautista ha decidido volver al lugar en el que comenzó su periplo en el Mundial de Superbikes.
Ducati abre los brazos de nuevo al piloto español para volver a luchar por el mismo objetivo que se planteó en su llegada al WorldSBK, ser el segundo campeón del mundo español en la historia de Superbikes con la Panigale V4.
Hasta ahora el único que ha logrado ser campeón es Carlos Checa, en 2011 y precisamente con Ducati, la moto que manejará Bautista.
Solo el tiempo dirá si el talaverano consigue situar su nombre en la historia de SBK. Lo que nadie discute fuera y dentro de la pista es la entrega y pasión que Álvaro deposita siempre en alcanzar sus objetivos.