La variante ómicron está arrasando en número de contagios, ahora los más afectados están siendo especialmente los niños, por lo cual debemos ser cautos. Una de las preguntas que más se hacen los padres es: ¿Al mínimo moco o tos debemos hacer una prueba a nuestros hijos?
CLM supera la media nacional en vacunación a menores de entre 5 y 11 años
Leer más
Jorge Muñoz, un pediatra de reconocido prestigio que realiza una labor social en países como Chad, Senegal o Paraguay entre otros; tiene un libro titulado ‘Doctor, ¿y ahora qué?’ en el que dedica un capítulo precisamente a este tema del Covid-19 relacionado con los niños.
“Afortunadamente las infecciones de coronavirus en niños están siendo muy leves”, afirma el doctor, aunque percibe que eso también tiene mucho que ver con la edad del niño. “En mayores de edad escolar, en torno a las 5 y los 8, sí que con el ómicron se ha visto que algunos se quejaban del dolor de cabeza, pero en general lo llevan bastante bien”, continúa, algo que tranquiliza mucho a los padres.
“El ver que o son asintomáticos o síntomas leves, tranquiliza”
Aunque sí es cierto que, según mantiene, con otro grupo de niños, aquellos con antecedentes médicos que por algún tipo de inmunodeficiencia, síndromes, o que ha sido muy prematuros en el pasado o bien han sufrido problemas de bronquios severos, sí que hay que tener mucha más precaución respecto a los síntomas de infección por coronavirus, así como estar más en contacto con el pediatra.
También lanza un mensaje de tranquilidad debido a las vacunas. “Debemos explicarles que con las vacunas tenemos soldados en el cuerpo y cuando llega el bicho se despiertan y se ponen a pelear para que este no les haga daño”, afirma.
QUÉ HACER EN CASO DE SÍNTOMAS
El pediatra aconseja que lo primero que tienen que hacer los padres es mantener la calma, quitar hierro al asunto y no asustar a los niños. “Lógicamente no todo es Covid ahora mismo, aunque sí que sea lo que se sospeche lo primero. Por ello, hay que tratar los picos de fiebre o los mocos como cualquier resfriado común, al menos durante dos o tres días y si sigue con fiebre quizá sea el momento de hacerle un test de antígenos”, aclara.
Aunque también asegura que depende de si el menor ha estado en contacto estrecho con un positivo, en cuyo caso sí que habría que hacer ante la aparición de síntomas un test de antígenos.
Ha manifestado que “por supuesto depende si en la clase ha habido algún contacto estrecho con otros alumnos, por lo que se tendría que confinar la clase de los pequeños, y sí que habrá test para que los convivientes estén tranquilos”.
“Por tanto, si no ha habido contacto estrecho, esperar la evolución al menos 72 horas; y si lo ha habido, hacer test de antígenos”, ha concluído.
También recuerda que los test de saliva, que parecen más fáciles de hacer en niños, son menos fiables a día de hoy en cuanto a los resultados, por lo que la mejor opción de test desde casa siguen siendo los palitos o test de hisopos.