La sexta ola del coronavirus parece que tiene los días contados, sin embargo, sigue habiendo muchos contagios debido al auge de la variante ómicron. La nueva variante es mucho más contagiosa que las anteriores, pero no se manifiesta del mismo modo.
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Hasta ahora, los tres síntomas principales del coronavirus eran temperatura alta, tos continua y pérdida o cambio en el sentido del olfato y el gusto. Pero con el auge de ómicron, los principales síntomas de la covid han cambiado, una circunstancia que en un determinado momento puede hacer pensar a una persona que no se encuentre bien que está contagiada de otros virus respiratorios, como el de la gripe o el del resfriado común.
Aunque todos presentan cuadros clínicos similares, hay algunos síntomas que nos pueden permitir diferenciar unos de otros, ya sea porque solo se muestran en esa infección concreta o porque se dan con mayor intensidad o duración. No obstante, lo más sencillo para descartar o confirmar que el contagio es de covid es realizarse una prueba PCR o un test de antígenos.
RESFRIADO COMÚN
El resfriado es la más leve de estas afecciones. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), un resfriado alcanza su punto máximo entre el segundo y el tercer día y sus síntomas más habituales suelen ser estornudos, congestión nasal, moqueo, dolor de garganta, tos, goteo de mucosidad en la garganta y lagrimeo.
Normalmente, esta afección no suele producir fiebre y tarda en desaparecer entre siete y diez días, un tiempo similar al de la variante ómicron. Un resfriado puede aparecer en cualquier época del año, aunque son más comunes en los meses más fríos.
GRIPE
Por su parte, la gripe normalmente viene acompañada de un proceso febril y dolor muscular, aunque comparte con el resfriado los aspectos de la tos, los mocos, los estornudos y la congestión nasal, que puede provocar la pérdida del olfato y el gusto en algunos casos. En las infecciones más serias deriva en dolores de cabeza y escalofríos, además de en problemas estomacales.
Mientras que la fiebre y el resto de los síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, la tos suele persistir algunos días más. La complicación más frecuente de esta infección respiratoria es la neumonía, que puede ser producida por el propio virus o por una sobreinfección bacteriana.
Pese a que el virus de la gripe puede propagarse durante todo el año, los picos de mayor actividad se registran entre diciembre y febrero, aunque la incidencia puede prolongarse hasta mayo.
ÓMICRON
Por último, ómicron se caracteriza por provocar una enfermedad más leve si se compara con las anteriores cepas de la covid-19 y con la gripe, aunque en este caso influye mucho que la persona esté o no vacunada.
Los principales síntomas que se asocian a la variante sudafricana son fatiga extrema, fiebre, taquicardia, aceleración del ritmo cardiaco y dolor muscular. Otro aspectos destacable de ómicron es que los contagiados no pierden el gusto ni el olfato, como era habitual en positivos de SARS-CoV-2.
Un reciente estudio en Reino Unido llevado a cabo por una compañía llamada ZOE, en colaboración con el gobierno británico, recoge otros síntomas asociados a ómicron: nariz que moquea, dolor de cabeza, estornudos y dolor de garganta.