Este jueves el Ministerio de Seguridad Social ha presentado una nueva propuesta para el futuro sistema de cotización de los autónomos según sus ingresos, que se aplicará a partir de 2023.
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Después del planteamiento de mayo, el equipo de José Luis Escrivá ha explicado una nueva propuesta que divide a los autónomos en 13 tramos según sus rendimientos, desde los que ganen menos de 600 euros al mes a aquellos cuyos ingresos superen los 4.050 euros, con cuotas que se adaptan a cada grupo. El sistema supondría una cuota mínima de 184 euros mensuales para los autónomos con menos ingresos y la máxima alcanzaría casi 1.267 euros al mes.
La idea del Gobierno es que el nuevo sistema –una recomendación del Pacto de Toledo y pendiente desde hace años– se despliegue a lo largo de los próximos nueve años, de manera progresiva. En 2023, por ejemplo, los autónomos que ganan menos de 600 euros al mes pagarían una cuota mensual de 281,52 euros. Ahora la cuota mínima alcanza los 294 euros mensuales, por lo que estos trabajadores ya notarían una rebaja. Los que más ganan, con rendimientos netos por encima de los 4.050 euros mensuales, verían aumentar su cuota hasta el nuevo máximo de 351,90 euros el próximo año.
Al final del periodo, en 2031, se habría implementado del todo el sistema según los ingresos, con cuotas mínimas de 183,6 euros al mes y la máxima llegaría a los 1.266,6 euros en el tramo inferior y superior, respectivamente.
EL GOBIERNO ESTIMA QUE DOS TERCIOS PAGARÁ IGUAL O MENOS
Según los cálculos de la Seguridad Social, dos tercios de los autónomos pagarían menos o lo mismo a la Seguridad Social, mientras que un tercio de los trabajadores por cuenta propia (entre los que se va a incluir a los societarios al frente de empresas) pagarán más. El obejtivo es alcanzar un sistema de cotización más justo, adaptado a las ganancias de los trabajadores como ocurre en el caso de los asalariados, que cotizan un porcentaje de sus salarios.
Los autónomos en cambio han mantenido un sistema de cotización por el que elegían qué aportar a la Seguridad Social y el resultado era el de una amplia mayoría (86%) que cotizaba por el mínimo disponible, independientemente de sus ingresos. Tanto si ganaba menos del SMI como si tenían ingresos por miles al mes. Una consencuencia directa de este sistema son las prestaciones bajas que tienen ahora los autónomos. Al cotizar por la mínima, luego las pensiones y las prestaciones que reciben se calculan en función de esta aportación y también son muy bajas.
El Gobierno ha propuesto que los autónomos puedan variar hasta seis meses en el año de tramo, en función de sus ganancias. Las prestaciones que pudieran generar (paro de autónomos, incapacidad) se adaptarían a lo cotizado en cada momento.
El Ministerio de la Seguridad Social ha hecho números y ha trasladado que para las personas que tienen ingresos más bajos, por debajo de los 600 euros al mes (grupo no muy numeroso), este sistema supondría pagar "unos 1.300 euros menos al año". Los trabajadores en el tramo de ganancias entre los 600 y 900 euros al mes, grupo bastante numeroso, el nuevo modelo de cotización les ahorraría "unos 600 euros al año", explican a este medio fuentes de la negociación.
La última propuesta del Gobierno ha sido comunicada esta tarde en una reunión a los agentes sociales y a las organanizaciones de autónomos más representativas, UATAE, ATA y UPTA. La idea es acelerar a partir de ahora esta negociación para que el nuevo sistema de cotización esté aprobado antes del segundo trimestre del año, tal y como ha comprometido el Gobierno a Bruselas dentro del Plan Europeo de Recuperación. La próximo reunión está fijada para el próximo lunes.