La comunidad de Castilla-La Mancha está trabajando para poner remedio al problema de la despoblación, y para ello, el pasado 7 de mayo fue aprobada la Ley de Medidas frente a la Despoblación de Castilla-La Mancha. Parte de estas se centran en la sanidad, una de las áreas más afectadas por la despoblación.
450 millones para luchar contra la Despoblación
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Begoña de la Iglesia López, médico de familia y Coordinadora del Centro de Salud de Los Navalmorales, trabaja en el consultorio de Los Navalucillos. La zona básica de salud de Los Navalmorales abarca una población de unos 6.600 habitantes.
Manifiesta que “es más realista que favorezcamos que el paciente pueda acudir desde su pueblo al centro de cabecera a diario si así lo desea, más que el medico tenga que acudir a poblaciones muy alejadas a diario”.
Por otra parte, Begoña expone que los beneficios de vivir en estas áreas de salud más despobladas son que “el equipo de atención primaria tiene un conocimiento de manera holística de la persona, de la familia, de las circunstancias y determinantes sociales, es decir, tiene un trato más cercano, y eso favorece y facilita muchísimo la atención”.
La doctora muestra su optimismo con la Ley de la Despoblación. “Esperamos que se invierta en la contratación de médicos y enfermeros en vacaciones, y no se queden estas zonas sin médicos suficientes, cuando estas poblaciones se duplican en época estival”. Y propone que “sería necesario que mejoráramos el transporte en el día a día de los pacientes en las zonas más alejadas, el aumento de los administrativos para facilitar las consultas telefónicas, las videoconferencias, también el trabajo multidisciplinar entre atención primaria hospitalaria y aumentar los agentes sociales”.
Según Javier Pastor, coordinador médico del Centro de Salud de Velada, para evitar la despoblación de las zonas: “es importante tener un mínimo que pueda asegurarnos la salud”. Asegura que, aunque mantener a un médico para 600 habitantes no sea rentable a nivel económico, sí que lo es para poder fijar población y luchar contra la despoblación. A lo que añade “también es importante tener una atención continuada, no pueden ser que sean las diez de la noche y que no haya nadie que te pueda atender”. También punta que esto es fundamental "porque si no la gente no se va a vivir a un pueblo”. “Si los habitantes no tienen donde comprar las medicinas, si no tienen donde ir a un médico o si no tienen a alguien que les atienda en urgencias... se van a ir a ciudades más grandes que si les den estas prestaciones”.
Durante la pandemia se han visto bastantes afectados. Debido al número reducido de trabajadores que son, era fácil que si uno de los trabajadores se contagiaba hubiese estado en contacto con el resto, lo que provocaba que la mayoría se pusiera en cuarentena. "Nos quedábamos sin personal” comenta Javier Pastor. En el Centro de Salud de Velada más de la mitad de la plantilla han pasado el coronavirus.
De igualo modo, apunta que los pacientes se han quedado bastante insatisfechos al solo poder ser atendidos por vía telefónica (salvo urgencias extremas): “la intención era que no se contagiara el personal sanitario para poder seguir haciendo la atención, aunque fuera por teléfono”. Y asevera que el este descontento no se debe a una desatención, sino a que “la gente no estaba acostumbrada y no lo ha entendido muy bien”.
Javier Pastor manifiesta que dotar a los pequeños pueblos de recursos sanitarios puede ser un atractivo para captar población: “vivir en áreas rurales más pequeñas es más económico, tienes más fácil acceso al médico”. A lo que añade, que las áreas de salud son atractivas si están bien dotadas. “Aquí en Velada echamos de menos a un pediatra porque hay muchos niños y gente joven viviendo, y claro, si quieren un pediatra tiene que irse a Talavera que está a 20km”.
Velada es un municipio de la provincia de Toledo que cuenta con casi 3.000 habitantes. Posee un Centro de salud formado por dos médicos y dos enfermeras. Javier manifiesta que tienen bastante actividad: “empezamos a las 8:00 y terminamos a las 15:00 horas, tenemos una parte que es la agenda, que son llamadas por teléfono porque se mantienen las consultas telefónicas, una parte presencial donde los pacientes vienen a consulta y otra dedicada a las recetas”.
A todo esto, expresa que quizás en poblaciones más pequeñas no se trabaje tanto como en Velada, pero que aun así, es necesario que haya sanitarios: “si no la poca población que hay se va a ir... es fundamental para que esto no termine siendo un desierto”. Y finaliza diciendo que “si se hacen las cosas bien, vamos en buen camino. El problema es que la cosa se quede en proyectos y luego no llegue a nada. Todo lo que se haga acerca de la despoblación a nivel sanitario es positivo”.
La Sanidad es una de las áreas más afectadas por la despoblación, y por ello, desde el ministerio de sanidad, según manifestaciones de su consejero, “se va a tratar el modelo de atención que queremos para las zonas despobladas, cómo facilitar la captación de profesionales para estas zonas y cómo servirnos de las nuevas tecnologías sanitarias en los lugares con mayor despoblación”. Para ello, Castilla-La Mancha ha puesto en marcha un modelo que está basado en tres documentos que avalan el trabajo que se quiere conseguir en esta misión.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, en una jornada sobre Sanidad y Despoblación celebrada en la ciudad de Cuenca, expresó que, “entre los artículos 36 y 40 de la Ley de Despoblamiento, el contenido está dedicado a Sanidad, donde se habla de equidad, de acceso a los servicios, de tecnología, donde se habla de catálogo de pruebas, de mayor acceso y de autonomía diagnóstica y, por supuesto, de que todas las personas, independientemente del lugar donde residan, tengan acceso a la Sanidad”.
Actualmente se ha puesto en marcha una inversión de más de 1.000 millones de euros en infraestructuras sanitarias. Así como, el Plan de alta tecnología que se cerró en 34 millones de euros y ahora otro con 29 millones.
Fernández Sanz, en alguna ocasión, también ha señalado que en estos momentos el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha tiene la mayor plantilla en atención sanitaria que ha tenido nunca. "Son más de 27.000 personas en plantilla, que se elevan a 34.000 efectivos” decía el consejero. “Con estas herramientas: infraestructuras, tecnología y personas, se debe dar el salto a la equidad de la prestación sanitaria, independientemente de dónde se viva y a la mejora de la atención sanitaria”.