Castilla-La Mancha registró un total de 4.817 muertes por COVID-19 identificado durante el año 2020, del total de 26.240 fallecimientos que se produjeron en la Comunidad Autónoma el pasado año. Estos datos arrojan una tasa de 235,8 muertes por el coronavirus por cada 100.000 habitantes, según certifica este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE).
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Además, en la región se produjeron 1.683 muertes con sospecha del COVID-19 como causa de la defunción, con una tasa de 82,4 por cada 100.000 habitantes.
DATOS NACIONALES
A nivel nacional, en el año 2020 hubo 60.358 fallecimientos cuya causa de muerte fue COVID-19 virus identificado, mientras que otras 14.481 personas murieron con sospecha de COVID-19 por tener síntomas compatibles con la enfermedad, según certifica el Instituto Nacional de Estadística (INE) que, además, recoge 8.275 defunciones en los que la causa de muerte fue por otras causas, pero en las que la COVID-19 contribuyó o hay sospecha de que contribuyera al fallecimiento de dichas personas.
No obstante, los datos podrían ser mayores ya que la estadística definitiva de defunciones por causa de muerte en España de 2020, publicada este miércoles, no recoge las defunciones por esta causa de los meses de enero y febrero, ya que no se podía certificar puesto que la COVID-19 fue incorporada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) en marzo de 2020.
Los meses con mayor número de defunciones por COVID-19 virus identificado fueron abril, con 18.252 fallecimientos (el 29,9% del total de ese mes), marzo (con 11.313 muertes, el 19,4% del total) y noviembre (con 9.891 defunciones, el 23,4% del total). En cuanto a defunciones por COVID-19 virus no identificado (sospechoso), los meses con más fallecimientos fueron abril (con 8.236), marzo (4.217) y mayo (751). A partir del mes de mayo las muertes por esta causa descendieron significativamente.
De forma más detallada, la semana con mayor número de defunciones por COVID-19 fue del 30 de marzo al 5 de abril (semana 14), con 6.686 personas fallecidas por COVID-19 virus identificado y 4.060 por COVID-19 virus no identificado (sospechoso), lo que supuso el 31,9% y 19,3%, respectivamente, del total en esa semana. Por detrás se situó la anterior, la semana del 23 al 29 de marzo (semana 13), con 6.410 muertes por COVID-19 virus identificado y 2.305 por COVID-19 virus no identificado (sospechoso), lo que supuso el 32,3% y el 11,6% del total de esa semana. Y con COVID-19 virus no identificado (sospechoso) 6.419 hombres y 8.062 mujeres.
Por otro lado, se observa que la mayor parte de las defunciones se concentraron en edades avanzadas. El 87,3% de los fallecidos por COVID-19 virus identificado y el 93,3% de los fallecidos por COVID-19 virus no identificado (sospechoso) tenía 70 o más años. El riesgo de morir por COVID- 19 virus identificado, medido por las tasas específicas por edad, fue inferior a 100 fallecidos por cada 100.000 habitantes hasta los 65 años. A partir de esa edad las tasas aumentaron progresivamente hasta alcanzar los 3.638,4 fallecidos por 100.000 habitantes en el grupo de 95 y más años.
En el caso de COVID-19 virus no identificado (sospechoso) las tasas superaron los 100 fallecidos por 100.000 a partir de los 80 años. La tasa más elevada se dio en las personas de 95 y más años (1.518,8). Por su parte, el mayor número de fallecimientos por COVID-19 virus no identificado (sospechoso) se dio en residencias socio-sanitarias (51,9% del total).
CASI EL 80% FALLECIÓ EN UN CENTRO HOSPITALARIO
Durante el año 2020 las defunciones por COVID-19 virus identificado se produjeron, principalmente, en centros hospitalarios (79,5% del total). Por su parte, el mayor número de fallecimientos por COVID-19 virus no identificado (sospechoso) se dio en residencias socio-sanitarias (51,9% del total).
En centros hospitalarios fallecieron 47.207 personas por COVID-19 virus identificado frente a 10.010 fallecidos en residencias y 2.108 en domicilios particulares. Por su parte, por COVID-19 virus no identificado (sospechoso) fallecieron 4.814 personas en centros hospitalarios, 7.339 en residencias y 1.922 en domicilios particulares.
Por comunidades, las tasas brutas más elevadas de fallecidos por COVID-19 virus identificado por cada 100.000 habitantes durante el año 2020 correspondieron a Castilla y León (243,5), Castilla-La Mancha (235,8) y Comunidad de Madrid (215,2). Por su parte, las menores tasas se dieron en Canarias (18,0), Baleares (45,8) y Murcia (48,9). Y las menores tasas brutas por esta causa se registraron en Región de Murcia (2,1 fallecimientos por 100.000 habitantes), Galicia (3,1) e Illes Balears (3,5).
Las mayores tasas brutas de fallecimientos por COVID-19 virus no identificado (sospechoso) se dieron en Castilla-La Mancha (82,4), Castilla y León (79,0) y Comunidad de Madrid (71,3). Mientras, las menores tasas brutas por esta causa se registraron en Murcia (2,1 fallecimientos por 100.000 habitantes), Galicia (3,1) e Baleares (3,5).
COMPLICACIONES MÁS FRECUENTES EN LAS MUERTES POR COVID-19
En los fallecidos por COVID-19 la insuficiencia respiratoria y la neumonía fueron las complicaciones más frecuentes informadas en los certificados de defunción. En concreto, en el 57,5% y el 32,7% del total, respectivamente, de las defunciones por COVID-19 virus identificado, y en el 53,4% y el 21,1% de las de COVID-19 virus no identificado (sospechoso).
La principal comorbilidad de las personas que fallecieron por COVID-19 y que fueron informadas por los médicos en el certificado médico de defunción fue la enfermedad hipertensiva (12,8% en los fallecimientos por COVID-19 virus identificado y 20,3% en los de COVID-19 sospechoso).
Por su parte, la insuficiencia renal fue la segunda comorbilidad en las defunciones de COVID19 virus identificado (9,6% del total). Y la demencia en las defunciones por COVID-19 virus no identificado (sospechoso), con el 12,8% del total.
La información del certificado de defunción también permite analizar las causas de muerte más frecuentes en las que la COVID-19 no fue el desencadenante del fallecimiento, pero sí contribuyó a él por encontrarse entre las comorbilidades de la persona que murió.
Además de las 60.358 defunciones por COVID-19 virus identificado, esta enfermedad estuvo presente como comorbilidad en otros 3.770 fallecimientos. Las principales causas de muerte directa en estas defunciones fueron las enfermedades isquémicas del corazón (278 fallecimientos), el cáncer de bronquios y pulmón (263) y las enfermedades cerebrovasculares (216).
Por su parte, aparte de los 14.481 fallecimientos por COVID-19 virus no identificado (sospechoso), esta enfermedad contribuyó a la muerte como comorbilidad sin ser la causa directa en 4.505 defunciones más. Entre las principales causas de muerte en los fallecimientos de COVID-19 sospechoso como comorbilidad figuraron la demencia (308), las enfermedades de las vías respiratorias inferiores (259) y las enfermedades cerebrovasculares (238).