"Me llevó a unas aulas bajo el comedor y me dijo que me iba a hacer un masaje de relajación, que me veía muy nervioso. Su modus operandi era empezar a hacer el masaje “para ir poco a poco llegando a las partes íntimas". Así relata una de las supuestas víctimas de abusos sexuales por parte de un hermano marista en las instalaciones que la congregación tiene en Toledo.
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El diario El País ha publicado nuevas acusaciones de supuestos abusos sexuales a menores contra 23 religiosos maristas, que han obligado a la congregación a abrir una investigación, pedir perdón y ponerse a disposición de las víctimas.
Uno de ellos es el hermano Marino González, acusado de los abusos en el centro Maristas de Toledo, y que solía ejercer de psicólogo en los colegios de la comunidad marista en los que trabajó, donde dirigía un gabinete psicopedagógico.
El hermano Marino trabajó en dos colegios de Madrid (Chamberí y San José del Parque), entre 1960 y 2000, y recaló también en el de Toledo en la década de los noventa.
En todos los centros educativos hay acusaciones de abusos contra él, según los testimonios recogidos por el El País, y se añade que “los comentarios sobre su conducta eran públicos”.
La orden admite ahora que ya tuvo en el pasado dos denuncias contra Marino González, “aunque se niega a dar fechas o detalles sobre ellas”, informan los periodistas de El País Julio Núñez e Íñigo Domínguez.
‘MODUS OPERANDI’
“Pasó hace 30 años, pero ha estado ahí siempre. Es una herida que está ahí. Aún me está costando superarlo y me sigue dando problemas”, relata la supuesta víctima.
El hombre ha relatado a El País el ‘modus operandi’ del hermano Marino para realizar los supuestos tocamientos: "me llevó a unas aulas bajo el comedor y me dijo que me iba a hacer un masaje de relajación, que me veía muy nervioso”.
Según su relato, en una ocasión el religioso "su modus operandi era empezar a hacer el masaje para ir poco a poco llegando a las partes íntimas".
Además, añade que al menos otro compañero suyo intentó hacerle lo mismo pero le paró los pies “cuando quiso empezar a sobarle”.
En los maristas de Toledo ya ha surgido otra acusación de los años setenta, contra un hermano llamado Javier.
El mismo medio informa que en los maristas de Toledo ya ha surgido otra acusación de los años setenta, contra un hermano llamado Javier.
Tras la publicación de la noticia, el colegio ha pedido perdón a las víctimas por “no haber sido capaces de protegerles” y ha condenado estos “terribles hechos”, y se ha puesto a disposición de las víctimas para “todo lo que necesiten”.
EL PERDÓN
"Creemos en la palabra de las víctimas, ellas son nuestra prioridad, y estamos a su disposición para todo lo que necesiten", subraya el texto, que pone a disposición de aquellos que son objeto o hayan sido objeto de abuso, haya prescrito o no su caso para la justicia; o para quienes hayan sido testigo de que un menor ha sido abusado, tanto al Equipo de Protección del Menor como el mail [email protected].
Según señala, el centro sigue investigando estos casos y trabaja en la prevención, la escucha y la denuncia.
"Nuestro firme deseo es colaborar con la sociedad para erradicar esta lacra de los abusos sexuales y ofrecer ayuda a todas las personas que lo necesiten", concluye.