María Dolores de Cospedal —exsecretaria general del PP— junto a Ignacio López del Hierro —su marido—, han presentado un escrito de 46 páginas ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional por el que se oponen a la reapertura de la investigación de la operación Kitchen reclamada por la Fiscalía Anticorrupción, según se ha hecho saber a través de Cadena Ser.
Villarejo asegura que hay "100 grabaciones" sobre Cospedal
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También han pedido volver a tener la condición de imputada en este operativo supuestamente sufragado con fondos reservados, para robar y destruir las pruebas que tuviera Luis Bárcenas —extesorero del PP— sobre la caja B de este partido o sus dirigentes.
Cospedal censura los argumentos del Ministerio Público para mantener abierta la causa después de elogiar la “brillante motivación” del juez instructor García Castellón para exculparla.
Sostiene que las reuniones que mantuvo con José Villarejo —ex comisario— desde 2009 en la sede del PP eran intrascendentes y sólamente tenían “carácter social” ya que se limitaban a comentar la “actualidad política y judicial de momento” sin que Villarejo le aportase ninguna novedad que ella no conociera ya por los medios de comunicación.
No obstante, la pretendida vaciedad de dichos encuentros contrasta con las precauciones instauradas por María Dolores de Cospedal para mantenerlos, ya que enviaba a su coche oficial —con lunas tintadas— a recoger a Villarejo a la acera de enfrente en la calle Génova y lo llevaba a continuación por el garaje de la sede nacional del PP, desde donde subían directamente por el ascensor hasta el despacho en el que ambos se reunían. Así, el ex comisario entraba en la sede de forma oculta y ni siquiera quedaba constancia de su asistencia en el libro de visitas del Partido Popular.
Este extremo fue ratificado ante el juez por José Luis Ortiz —jefe de Gabinete de Cospedal— quien también admitió que hubo más reuniones de las “3 o 4” que Cospedal reconoció. En su escrito, la ex secretaria adjudica que Ortiz puede estar más cerca de la realidad al narrar que hubo entre “8 o 9” citas como mínimo e inculpa el desfase y el posible fallo de memoria al “tiempo transcurrido”.
RECHAZA INVESTIGAR AL PP Y A RAJOY
El letrado de María Dolores de Cospedal niega la pretensión de la Fiscalía, que quiere buscar el posible teléfono de Mariano Rajoy con el que —según Villarejo— ambos se intercambiaban mensajes sobre la marcha del operativo corrupto.
A este respecto, suprime las grabaciones que obran en poder del sumario por inveraces, según las cuales “el Asturiano” o “el Barbas” Rajoy estaba al corriente de la investigación. A esto añade que el comisario pudo alcanzar de fuentes abiertas el número de teléfono asignado al expresidente que ha aportado al procedimiento.
NIEGA LA EVIDENCIA
La justicia no debe investigar el “supuesto patrocinio político” del PP en la causa ya que no “hay razones jurídicas para ello”, a juicio de la ex secretaria general. Según el escrito no hay razones por las que rechaza hasta las más sospechosas.
“Te han engañado. No eres como ellos.
De esta forma, cuando Icíar de Castro, asistente de Francisco Martínez —ex secretario de Estado de Seguridad—, le escribe “Te han engañado. No eres como ellos. Estoy absolutamente segura de eso. Fuiste leal y agradecido”.
La defensa de Cospedal se pregunta “¿por qué el Ministerio Fiscal puede pensar que se está refiriendo a alguien del Partido Popular?” La asistente del ex secretario de Estado le escribió los mensajes después de que ésta llamase “miserables” a Rajoy y Cospedal.
MIENTE SOBRE BÁRCENAS
La defensa de Cospedal también afirma que “se le dio de baja como militante en abril del 2012”, con respecto a Luis Bárcenas. No obstante, según la documentación bancaria del sumario en poder del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, el extesorero estuvo pagando la cuota de militante del partido hasta abril de 2013, justo tres meses después de que fueran descubiertas sus cuentas en Suiza, dos meses más tarde de que el diario El País publicase sus célebres papeles manuscritos y cuando faltaban menos de dos meses para el ingreso en prisión del extesorero.