El incendio forestal de Navalacruz, originado el pasado sábado 14 de agosto a las 10:40, ya está estabilizado.
Ya es el peor incendio de los últimos 30 años en Castilla y León
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Así lo ha informado Juan Carlos Suárez Quiñones, consejero de fomento y medio ambiente, quien también ha afirmado que el incendio —el cual llevaba tres días ardiendo y es el más extenso de los últimos 40 años en Castilla y León— no tiene llama en su perímetro, de 130 kilómetros, pero podría reavivarse en cualquier momento.
Ahora mismo el incendio, a pesar de estar estabilizado, sigue en nivel 2 de peligrosidad, aunque éste ya no presenta un peligro para la población.
El consejero ha pedido prudencia a la hora de hablar de las hectáreas afectadas, estimando el número en al menos 12.000; aunque el Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus lo ha determinado en unas 22.723,3 hectáreas en una medición hecha ayer a las 20:55 horas.
Esta diferencia podría deberse al modo de calcular la superficie, Quiñones ha explicado que Copernicus podría no haber tenido en cuenta las islas que se podrían haber quedado sin quemar dentro de la zona afectada.
Según Copernicus, 44,5 hectáreas quemadas serían de tierra cultivable, 50,8 de cultivos permanentes, 407,4 de pastos, 278,8 de áreas agrícolas heterogéneas, 1.004 de bosques y 16.120 de asociación de vegetación arbustiva y herbácea.
El consejero de Fomento y Medio Ambiente reitera que hay que ser prudente con la estimación de las hectáreas y que el cálculo de la superficie calcinada se tiene que realizar una vez se extinga el incendio ya que "hay zonas interiores dentro de todo el área afectada que no están quemadas".
PLAN DE RESTAURACIÓN FORESTAL
La Junta de Castilla y León está valorando los daños para determinar el plan de restauración forestal, que tiene que comprender el restablecimiento de pastos para la ganadería y la protección de los acuíferos y la captación de agua de las poblaciones.
"El incendio ha podido generar depósitos que pueden ser arrastrados por las primeras lluvias que se registren y contaminar los acuíferos, por lo que la labor más prioritaria es salvaguardarlos", ha explicado Suárez-Quiñones.
También es prioritaria para la Junta la extracción de toda la madera calcinada de la zona para evitar enfermedades vegetales. El plan de recuperación comprenderá la reforestación forestal de la zona.