En su estrategia de “fortalecer el sistema sanitario” para hacer frente al COVID-19, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha realizado una treintena de contrataciones de emergencia de material y equipamiento tecnológico entre los meses de enero y abril, cuyo importe asciende a 22,2 millones de euros.
De este acuerdo, que pasó ayer por el Consejo de Gobierno, ha dado cuenta la consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo regional, Blanca Fernández, en su habitual comparecencia pública, y lo ha hecho resaltando que “Castilla-La Mancha es la Comunidad Autónoma que mayor esfuerzo presupuestario está realizando para combatir la pandemia en relación con nuestro Producto Interior Bruto (PIB)”.
Una afirmación avalada por los datos que viene publicando el Ministerio de Hacienda y que indican que el año pasado la región prácticamente duplicó la media nacional, en relación al PIB, en inversión pública para luchar contra la pandemia, alcanzando 473 millones de euros de gasto.
A esto hay que añadir que, según los últimos datos oficiales publicados hasta el mes de febrero, “ya hemos invertido 85 millones de euros, lo que supone duplicar la media nacional siempre en relación a nuestro PIB. En conjunto, 558 millones de euros para luchar contra la pandemia de manera eficaz dotando de seguridad de equipamientos de tecnología y de mecanismos suficientes a nuestros profesionales sanitarios”, en palabras de Blanca Fernández.
MÁS DE 8,1 MILLONES EN TECNOLOGÍA SANITARIA
En un primer bloque, Blanca Fernández ha agrupado las compras realizadas en materia tecnológica por importes que suman 7,4 millones de euros, como han sido los dos equipos de radiología portátil para los servicios de radiodiagnóstico del Hospital General Universitario de Ciudad Real (HGUCR) y el Hospital Santa Bárbara; una sala de radiología general con dos detectores para el servicio de radiodiagnóstico del Hospital Virgen del Valle de Toledo; un tomógrafo computarizado de 16 cortes con posibilidad de uso en radioterapia para el HGUCR, otros siete tomógrados computarizados y 25 salas de radiología general, además de la prestación de servicios de mantenimiento de equipos electromédicos de alta tecnología en los centros sanitarios que posee el SESCAM en las 14 gerencias de áreas integradas y en el Hospital Nacional de Parapléjicos.
Igualmente, a juicio de la portavoz, destaca la inversión de 766.200 euros realizada por el Gobierno de Castilla-La Mancha para adquirir 40 respiradores destinados a diversos hospitales de la región.
CAMAS ARTICULADAS Y DIFERENTE TIPO DE MATERIAL DE PROTECCIÓN
Ya dentro de un segundo bloque de compra de material, Blanca Fernández ha citado las 40 camas articuladas eléctricas para dotar de camas adicionales al Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina; cuatro millones de mascarillas de protección FFP2 desechables por 5,4 millones de euros y 500.000 batas, tanto reutilizables con aislamiento impermeable como quirúrgicas de protección nivel III, cuya cuantía ha sido de cuatro millones de euros.
“En definitiva, se trata de una inversión que tiene que ver con la seguridad de nuestros profesionales sanitarios, pero también con darles los mejores instrumentos para luchar contra la pandemia”, ha aseverado la portavoz del Gobierno.
ACOPIO DE MATERIAL PARA UNA VACUNACIÓN MASIVA
Asimismo, volcado de lleno en el proceso de vacunación, el Gobierno que preside Emiliano García-Page también ha hecho acopio de material específico, como las 5.725.000 jeringas y las 2.053.000 unidades de agujas hipodérmicas por algo más de 580.000 euros; 180.000 determinaciones de reactivos y fungibles necesarios para el diagnóstico del COVID-19 por TMA por importe de 3,3 millones de euros; o la adquisición de dióxido de carbono, dado que, como ha apuntado Blanca Fernández, es necesario disponer de cajas isotérmicas para el almacenamiento y transporte de vacunas en hielo seco para lograr la temperatura adecuada durante su conservación y reparto según el protocolo establecido de -86ºC en el caso de Pfizer y -20 ºC en Moderna.
En esa estrategia de detección precoz del virus, la portavoz del Ejecutivo autonómico también ha situado la compra de 200.000 unidades de escobillón, unos bastoncillos que son elementales para controlar no solo a los pacientes sintomáticos, sino también a los asintomáticos para poder abarcar la vacunación con total seguridad.
Y algo similar sucede con los 1,8 millones de euros pagados para adquirir equipamiento diverso como termocicladores, equipos de secuenciación y otros para detectar posibles tipos de cualquier cepa del virus del COVID-19 después de las variantes que se han ido conociendo a lo largo de los meses.
Finalmente, otro de los contratos de emergencia suscritos por el SESCAM es el relativo a la prestación de servicios de almacenamiento, guarda y custodia de material sanitario del plan de contingencia por COVID-19 con las condiciones necesarias de correcta conservación entre los meses de abril y agosto del presente año.