La historia se vuelve a repetir

La UD Talavera se presentaba en el Municipal El Prado con la clara idea de romper las dos derrotas consecutivas cosechadas frente a Toledo y en el último encuentro liguero con el Quintanar en el que los tres puntos se esfumaron del casillero azulón en los últimos compases del envite.
Enfrente tenían a un Albacete B que salió más enchufados que ellos controlando la posesión del esférico en los primeros minutos del partido, aunque de poco serviría, ya que a los once minutos de partido, los unionistas se iban a adelantar gracias al tanto de Gerar a pase de Romi que serviría para ponerse por delante de forma provisional.
Un tanto que fue un auténtico revulsivo para los talaveranos que desplegaron su mejor juego, mientras que para los albaceteños fue un jarro de agua fría que hizo que no rascaran bola durante algunos instantes del encuentro.
Con el paso de los minutos, las ocasiones brillaban por su ausencia, sin que los aficionados que presenciaron el duelo pudieran disfrutar de lanzamientos a puerta que pusieran en peligro el uno a cero del luminoso. Hasta que en la recta final de los primeros cuarenta y cinco minutos, Grande de bonita vaselina pilló en paños menores a la defensa azulona firmando el uno a uno con el que se llegó al descanso.
Tras el paso por vestuarios, los de Juanjo Bermúdez salieron como balas, anotando de nuevo Gerar el dos a uno y pudiendo ampliar la ventaja con sendos disparos del propio goleador y de Rober, obligando a Muti a emplearse a fondo.
Tras estas dos claras ocasiones, el encuentro entró en una fase de centrocampismo que no permitía ni a unos ni a otros acercarse a la meta rival con claridad, que sumado a las contínuas sustituciones hacía que el encuentro cogiera tintes de aburrimiento.
Ya en los minutos finales del envite, los albaceteños consiguieron remontar el encuentro gracias a los tantos de Kike y Grande que dieron la victoria final a los suyos en un final con polémica, al sucederse na tangana que acabó con Gerar, Javi, Álvaro y el visitante Iván enfilando el camino a vestuarios antes del final del partido.