Era el domingo 28 de noviembre de 1976. Un día que muchos de ustedes no recuerdan y solo la memoria de los mayores conservan. El partido finalizó con empate a uno, pero la polémica decisión del colegiado en los minutos finales con la señalización de un indirecto, que el jugador colchonero Rubio ejecutó directamente levantó monumental lío, con la invasión de algún espectador -o espectadores- que intentó agredir -o agredieron- al colegiado Sebastián Damín Rendón, un gaditano adscrito al colegio Andaluz. Hoy nos centramos en la repercusión que tuvo en la prensa nacional. ¡Disfrútenlo!
Este asunto llamó la atención de toda la prensa nacional y periódicos y programas radiofónicos pusieron su acento sobre el suceso. En un medio importante como Diario 16 el asunto fue tratado de la siguiente manera.
Bajo el titular de “Patadas en todo el cuerpo” y la firma de Luis Pintor se recogía lo siguiente: “Sebastián Damín Rendón, colegiado andaluz de 34 años, casado y con cuatro hijos, está fuera de peligro tras la agresión masiva de espectadores que sufrió el domingo en Talavera. Es el balance más positivo que cabe encontrar a los acontecimientos que culminaron en el encuentro Talavera-Atlético Madrileño”.
Capítulo I
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El presidente del equipo toledano, Doroteo Lor, no ha podido sino señalar al colegiado como causante directo de una “alteración del orden público, por sus constantes errores contra el equipo local”, y añade que “tan solo un espectador, después del gol, agredió al árbitro y le derribó al suelo; luego le rodeó la policía y los demás aficionados”, aunque concede que en el círculo “tal vez alguno le pudiera haber dado alguna patada, pese a la protección de la Fuerza Pública”. No justifica la acción del público, pero insiste en mostrar al árbitro como culpable de su reacción, al prorrogar el encuentro siete minutos según su cronómetros.
DISIENTE EL COLEGIADO
Las palabras del colegiado disienten en todos los términos de su primera versión: “Cuando el Talavera marcó el gol, los recogepelotas del campo desaparecieron; en cada balón que salía fuera los espectadores retrasaban la devolución e incluso, sacaban otro al terreno de juego para obligar, luego, a su cambio. Lo señalé varias veces al delegado de campo y hubo una lesión que interrumpió el encuentro. Cuando el Atlético Madrileño marcó el empate faltaba, según mi cronómetro, todavía un minuto”.
Respecto a sus lesiones indica que “recibió muchos golpes, cayó al suelo y le dieron patadas en la cara, cráneo, hígado… y en todo el cuerpo”. Perdió el conocimiento y llegó al vestuario en camilla: “allí recuperé el sentido por eso no tuve tiempo de sentir pánico”. Trasladado al hospital, le fueron realizadas varias radiografías, sin apreciación de lesiones óseas y él mismo firmó el alta voluntaria. “Graves problemas familiares hacían precisa mi llegada a cas la misma noche del domingo”.
También contra los linieres y jugadores
Las iras de los espectadores no se dirigieron solo hacia el colegiado. Los dos auxiliares fueron agredidos. Uno perdió el conocimiento y el otro tuvo más fortuna por la protección de varios jugadores madrileños. El delegado del Atlético, Paco Valderas, fue golpeado en su foso por un hincha y dos jugadores, Rossi y Benito, sufrieron diversos golpes. El portero suplente del Talavera, Martín, evitó males mayores al proteger decididamente a Valderas, mientras el titular, Del Moral, auxilió al colegiado agredido.
El suceso adquirió tintes de histeria colectiva en los cientos de personas -mujeres también- que invadieron el campo, y hasta en los vestuarios. Cuando los jugadores visitantes llegaron a su caseta comprobaron que faltaban dos: Rossi y el meta. Su primera reacción fue salir todos de nuevo a ayudarlos. Rossi llegó poco después transportado en volandas por un grupo de directivos, y el segundo no sufrió ningún daño.
Las declaraciones del delegado federativo que asistió al encuentro, Pedro Sánchez, indican que los espectadores que compartían su posición comentaban pocos minutos antes del final que “el arbitraje era aceptable, incluso en el penalti señalado contra el Talavera” y que “desde luego hubo interrupciones y pérdida de tiempo”.
Respecto al gol que originó el escándalo por señalar el colegiado presunto libre indirecto y ejecutar Rubio directamente el castigo, Francisco Valderas confirma que el árbitro señaló lanzamiento directo. “los jugadores vinieron hasta el foso para preguntar al entrenador quién debía ejecutarlo”.
El colegiado Damín Rendón presentó al término del encuentro una denuncia criminal en la Comisaría por la agresión sufrida.
Y aquí finaliza la crónica de sucesos que en la página 76 de Diario 16 del 30 de noviembre de 1976 publicaba el mencionado Luis Pintor. Pero no quedó todo aquí, porque el espacio radiofónico del entonces poderoso José María García dedicó un amplio espacio al acontecimiento. Y de todo ello daremos cumplida información en la última entrega de este lamentable acontecimiento. Estén atentos...
Continuará el miércoles día 7...