El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha asegurado que la región se encuentra en un momento de "meseta a la baja" tras la reducción en el número de los nuevos casos de coronavirus, asegurando que también mejoran ligeramente la situación de los hospitales, pero "son número aún delicados".
Eso sí, con datos de Incidencia Acumulada a 7 días cerca de 400 por cada 100.000 habitantes, todo hace apuntar que la próxima semana la incidencia a 14 días caerá por debajo de los 800, lejos de los más de 1.100 que presenta a mitad de esta semana. Además, el índice de contagio sigue bajando hasta 0,93, tasa que va bajando.
"Estamos en meseta a la baja, con un poco de descenso, y vaticinamos seguir en línea descendente, pero muy despacio", ha argumentado Fernández Sanz en rueda de prensa.
En cuanto a actividad asistencial, son 1.500 camas las ocupadas por pacientes COVID y otras 2.000 con otro tipo de pacientes, algo que no ocurría en la primera ola; mientras que habrá 237 camas UCI ocupadas por enfermos de coronavirus, más de la mitad.
Ha querido transmitir el agradecimiento al personal sanitario ante la "fatiga" que sufren, pero ha pedido "transmitir tranquilidad" porque la situación está dando mejor respuesta que en la primera ola gracias a su trabajo.