El Gobierno de Castilla-La Mancha ha anunciado el cierre de todos los municipios del territorio -salvo excepciones- ante el avance del coronavirus y el aumento de nuevos casos en las últimas semanas, unas medidas que implican el cierre de locales de hostelería y el adelanto del toque de queda a las 22.00 horas.
También se ha anunciado el cierre de cines, teatrosy museos, la clausura de los centros comerciales y comercios de más de 300 metros de superficie. Sí se permitirá la apertura del área de venta de productos esenciales de alimentación e higiene. Tampoco abrirán los gimansios y centros para la práctica deportiva. Se mantienen las competiciones federadas y no federadas, pero sin público.
“El repunte de la Navidad nos obliga a tomar estas decisiones”, ha dicho el presidente de la región, Emiliano García-Page.
“Son secisiones amargas: no son decisiones fáciles ni bonitas, son amargas, no teníamos más remedio".
Page también ha pedido “el compromiso y colaboración de entidades públicas y privadas” y la “colaboración ciudadana”.
El presidente castellano-manchego ha insistido en la necesidad de frenar el avance del virus para salvaguardar “los hospitales y el sistema de rastreo”.
Sobre la duración, Page ha asegurado que se aplicarán “con carácter indefinido” pero se revisarán "dentro de diez días”.
En su comparecencia, García-Page ha resumido las medidas acordadas como la ampliación del toque de queda, el cierre perimetral de municipios y la restricción de espacios “donde más conectividad social se produce”. De este modo, el presidente regional ha concluido que “un esfuerzo intenso de unos pocos días ahora, puede ser la garantía de no estar sufriendo y penando durante muchos meses”.
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