Me hace mucha gracia oír a los ignorantes diciendo “este año la Navidad va a ser muy triste” o esos otros “no vamos a poder celebrar la Navidad” incluso algunos se atreven a decir “qué Navidad más rara”.
¡Qué ignorantes!
La Navidad será, o mejor dicho la Navidad vendrá exactamente igual que cada año, de la misma manera que llegará el 24 de diciembre, llegará la Navidad.
El Niño Jesús nacerá, en los corazones de quienes quieran recibirlo, entrará en los hogares de quienes le abran las puertas y se celebrará la Misa por su nacimiento como cada 24 de diciembre…fun fun fun, le pese a quien le pese.
Y cada familia cristiana celebrará la Navidad ¡como Dios manda!
¿Que habrá menos en la mesa? Probablemente. ¿Qué echaremos de menos al cuñado pesado? Seguro. ¿Qué algunos se ahorrarán al pariente borracho? Muy cierto. Pero que ¿celebraremos la Navidad como se merece, al igual que en años anteriores quienes de verdad la deseamos celebrar? TAMBIÉN…le pese a quien le pese.
¿Serán unas celebraciones menos fastuosas? Mejor. ¿Puede que incluso gastemos menos? ¡Mira qué bien para el bolsillo! ¿Qué a algunos les gustaría que desapareciera? Se van a quedar con las ganas, por mucho empeño que pongan en ello.
Y es que no hay más que ver hacia donde nos dirigimos. El niño Dios nace en el momento justo, la estrella de Belén ilumina con su haz de luz, este país que empieza a estar sumido en la tiniebla.
La cultura de la muerte se cierne sobre una sociedad adormecida, la ley de eutanasia está casi en la calle, si la sumamos a la del aborto, cualquiera podrá quitarse de en medio a cualquiera que le moleste, ya sea no nacido o de avanzada edad.
Y dice una señora (por decir algo) el otro día en el Congreso que es una ley “humanitaria” claro ¡y ella podía irse a vivir a Irán! Por ejemplo, que muy humanitariamente le pondrán un burka jajaja.
Bueno sea como fuere, el 24 de diciembre llegará, la Navidad también, los que deseamos su llegada la celebraremos por todo lo alto. Y no significa que nos juntemos 300 en una casa y estemos sin mascarilla y bebamos de las mismas botellas y bla bla bla.
Los Illas y Simones pueden estar tranquilos, los que celebramos la Navidad, muy probablemente no seamos brotes de virus, aquí podría entonar una canción pero no la oirán.
Así que como dice el título ¡Maranatha” El Señor viene….(le pese a quien le pese)
Elena Paniagua.