José María Gómez Gómez ha recibido la condecoración en su categoría de Encomienda de la Orden del Mérito Civil, otorgada por SM Felipe VI, Rey de España. El Reglamento que la regula refleja que su objeto no es otro que “premiar aquellos méritos de carácter civil adquiridos por el personal dependiente de alguna de las administraciones Públicas incluidas en el ámbito de la Ley 30/92, o por personas ajenas a la Administración, que presten o hayan prestado relevantes servicios al estado, con trabajos extraordinarios, provechosas iniciativas o con constancia ejemplar en el cumplimiento de sus deberes”.
Muy sobrados son los méritos que acreditan a José María Gómez como hombre de cultura merecedor no sólo de este sino de los más altos honores que nuestras instituciones se conceden. José María, conocidísimo hijo de Parrillas afincado en Talavera, ha sido durante toda su vida laboral Catedrático de Lengua Española y Literatura en el IES Padre Juan de Mariana y Profesor Tutor de la UNED. Por su labor investigadora y de divulgación ingresó en la RABACHT (Real Academia de Bellas Artes y Ciencias históricas de Toledo) y en la actualidad es el Escribano-Secretario de la Cofradía Internacional de Investigadores. Ha sido durante diez años Gran Maestre del Capítulo de Isabel la Católica y Presidente de la Academia de la Hispanidad, siéndolo actualmente Emérito.
A sus actividades como profesor, estudioso e investigador, se añaden las de folclorista y, muy señaladamente, las de poeta, su vocación más entrañable y en la que él suele poner más énfasis y más apasionamiento personal.
Conocida es la huella que ha venido dejando año tras año en Talavera y de la que abundan muestras imborrables en las páginas de La Voz del Tajo, con innumerables artículos y recensiones en que quedan resumidas la historia, los hijos ilustres, la religiosidad, las tradiciones, la cerámica y otras artesanías, Las Mondas y, en definitiva, todo lo que se considera cultura en nuestra ciudad.
Todo ello es testimonio de su amor inquebrantable a Talavera y a todos y cada uno de los pueblos de la comarca, adonde acude con prontitud y sabiduría siempre que se le llama.. He aquí la expresión de ese entusiasmo por nuestra ciudad, expresado en unos de sus inolvidables sonetos.
A Talavera de la Reina
Cuando te abruma el sol de la mañana
en los duros calores del estío
o te muerde el ventoso escalofrío
del invierno de cruda tramontana,
no sé si cuerpo real o sombra vana,
acaso un sueño que surgió del río
eres o el estudioso desvarío,
de Rojas, de Loaysa, de Mariana.
El tiempo dispersó tus monumentos.
Desbarató la incuria los cimientos.
Pero tu amor me obliga y exaspera.
Y aunque me duela el alma de pensarte
y me sangren los ojos de mirarte,
te seguiré soñando, Talavera.
José María Gómez Gómez