El concejal de Festejos, Daniel Tito, ha presentado al pregonero de la Navidad de Talavera, Vicente Cuesta, un “talaverano por los cuatro costados”; fisioterapeuta en el Hospital, licenciado en Antropología, entrenador de fútbol y miembro de los grupos musicales Banda de la Cerámica y Anafusa. Un hombre que “se asomó al abismo en abril” y fue ingresado, en estado crítico, por Covid; pero que “ganó la batalla al maldito virus”, ha resumido el edil, antes de desear una feliz Navidad a todos los que han seguido el pregón online, a través de la plataforma www.navidadtalavera.es.
Vicente ha finalizado su pregón con los mejores deseos para todos los talaveranos, agradeciendo a la alcaldesa, Tita García Élez, y al concejal del ramo, la oportunidad de dirigirse a la ciudad en estas fechas tan entrañables y el gran “orgullo” que le ha supuesto este honor. A los Reyes Magos les ha pedido “una vacuna que nos quite la incertidumbre” y al Año Nuevo (2021) “la deseada normalidad”.
Precaución, compromiso y respeto a los demás y agradecimiento al personal del Hospital de Talavera
Para ello, ha dicho que, en estas fechas tan atípicas, difíciles y especiales, la Navidad se puede celebrar, pero sin juntarse a mogollón, usando la mascarilla y teniendo mucho cuidado, porque “con el virus no se puede llegar a un acuerdo”. Por eso, ha pedido “precaución, compromiso y respeto a los demás”, ya que lo importante es el “bienestar colectivo”.
El pregonero ha reconocido que el coronavirus “nos está haciendo cambiar costumbres y el modo de vida”, pero siempre con la mirada puesta en el “bien común”. No se ha olvidado, por supuesto, de poner en valor el trabajo de todos los servicios básicos que no han dejado de funcionar durante un solo día en esta pandemia, con especial guiño a los sanitarios, sus compañeros a los que se ha referido diciendo que: “estoy aquí por ellos”.
Vicente Cuesta ha lamentado, como Sabina, que también “me robaron el mes de abril”. Muchos días ingresado y luego de rehabilitación que no empañan el hecho de que volvería a sumarse como voluntario para ayudar, porque “solo me he encontrado gente volcada en los demás en el Hospital”, tanto sanitarios, como no sanitarios.
Evocación de la niñez
También le ha emocionado recordar la unión de la sociedad en los meses más duros, una imagen entrañable que le ha trasladado a la época navideña. Igualmente, ha evocado a su infancia, recordando sus compras de figuritas para el Belén casero, pasear por la Plaza del Reloj y ver a los guardias municipales de tráfico, pedir el aguinaldo o cenar gallina en pepitoria en casa de sus abuelos en la calle Santo Domingo. El regalo más soñado en esa niñez, también lo tuvo: un balón.