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Este afectado ha querido hacer público el funcionamiento en el servicio de Urgencias, debido a la escasez de personal.  (Foto: J.F.)
Este afectado ha querido hacer público el funcionamiento en el servicio de Urgencias, debido a la escasez de personal. (Foto: J.F.)

Un usuario de Talavera denuncia las carencias asistenciales en el Hospital Ntra. Sra. del Prado

miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h

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Martín Gutiérrez Montero es un hostelero de Talavera que ha querido hacer pública su vivencia después de casi 24 horas en el Hospital Nuestra Señora del Prado, una experiencia muy lejana a la gratitud y al archimencionado Estado del Bienestar. Martín relató a La Voz del Tajo que el lunes, 13 de agosto, en torno a las 13 horas, sintió un fuerte dolor en el pecho por lo que acudió al Servicio de Urgencias. Una vez allí, hizo entrega de su documentación y, como marca el protocolo, accedió a triaje donde le realizaron un electrocardiograma. Posteriormente, nuestro entrevistado fue trasladado a la zona de monitores donde le comunican que debe ingresar para que le sean realizadas, a la mañana siguiente unas pruebas por su médico.
“En esta zona todo estaba masificado”, subrayó Martín, recordando como en un espacio para siete u ocho camas había más del doble, incluso en las puertas de los aseos; así como la númeración de las mismas se apuntaba en folios para identificar a los pacientes de cada una de ellas. Siete horas más tarde, al paciente le fue retirada la medicación, aunque le mantuvieron en observación hasta el día siguiente, cuando también le repetirían una serie de pruebas. Sin embargo, debido al recorte de camas en el hospital no pudo subir a planta y pasó la noche en la Unidad Sin Ingreso (USI). En las casi 24 horas que allí permaneció no recibió ningún tipo de alimento, “solo me ofrecieron un vaso de leche por la noche, por lo que fueron mis familiares los que me comparon dos sandwiches en una máquina del hospital”, detalló. Martín recordó como el trastorno ocasionado por la falta de personal provocaba retrasos en el traslado de enfermos, retirada de cuñas o traslado de información a familiares. Al día siguiente, tras serle realizada la prueba, tampoco recibió desayuno. Tras esperar más de una hora a un celador, fue un familiar el que le trasladó en camilla hasta recibir el alta. Martín puso una reclamación en señal de denuncia por la asistencia, algo que “cada día, sufren muchos pacientes”.
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