La empresa familiar Grupo Osborne ha vendido su mítica bodega del municipio toledano de Malpica de Tajo y eliminará su producción, después de 18 años.
La empresa, que hasta ahora elaboraba en dichos terrenos sus vinos Solaz y otros de Castilla-La Mancha, habría vendido el terreno a una multinacional portuguesa.
Según ha podido saber La Voz del Tajo, la intención de la misma es utilizar el terreno de las viñas para plantar pistacho, lo que supondría un cambio radical en el modelo productivo de la zona.
La decisión del Grupo Osborne, que tiene actualmente un millar de empleados y dos filiales internacionales, supondría el despido de una treintena de trabajadores, tal y como ha publicado la redactora de CMMedia Aurora de Pablos en Twitter.
La multinacional española informó en septiembre que se había visto obligada a ajustar la producción a la demanda, recortar gastos y garantizar su liquidez ante una bajada de ventas de más del 30% por el cierre de la hostelería por la pandemia del coronavirus.