Salvador Aldeguer
HD85512b
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
¿Y si hubiese otro planeta Tierra?
Nuevecito, sin residuos químicos, con su capita de ozono impoluta, sin prejuicios, con más colores, sin medidas de tiempo establecidas por ningún meridiano, sin bancos, con su poesía y sus historias por escribir, con realidades por soñar, con sueños hechos realidad, sin televisión, sin excusas, sin religiones, con cielos abiertos y noches con triple de estrellas. Existe. Lo han descubierto el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y el Instituto de Astronomía Max Planck. Pelín lejos, eso sí, a 36 años luz de la Tierra, una tiradita, o para hacernos una idea más gráfica, a 345’6 billones de kilómetros. Según los expertos en buscar otro planeta donde se pueda vivir, este tiene todas las papeletas para ser habitable. Busquen la foto en Google y échenle un vistazo. El nombre provisional que le han puesto es HD85512b, supongo que pendiente de bautizarlo con un nombre más llevadero y menos parecido a la nomenclatura serigrafiada de una tapa de delco. Al observar la foto, y eso es lo curioso, la primera impresión es que se trata de una foto de nuestro planeta retocada, como más limpio y nítido, pero no, se trata de HD85512b. El planeta en cuestión se encuentra en la constelación de Vela y gira alrededor de una enana naranja. No, olvídenlo, la enana naranja no es una hobbit de los Sacovilla Bolsón luciendo una camiseta de la selección holandesa, no, la enana naranja es una estrella de la secuencia principal de tipo espectral K y clase de luminosidad V, y ahora, claro, ustedes se estarán preguntando qué diantres quiere decir esto de ‘espectral K y luminosidad V’, pues no tengo ni pajolera idea, pero yo también me pregunto porqué el arco de seguridad del aeropuerto siempre pita cuando no llevo encima nada metálico y no pita cuando me he olvidado de quitarme el reloj, y vivo con ello. El descubrimiento de HD85512b supone el inicio de una era, la de nuestra insaciable curiosidad y nuestro íntimo deseo de no sabernos en el Universo solos, ni muchísimo menos únicos. Y hasta que solucionemos el asunto de la velocidad y la distancia, nos tendremos que conformar visitando HD85512b, al estilo Peter Pan, cerrando los ojos, pensando en cosas alegres, y deseándolo con todas nuestras fuerzas. Y así, con los ojos cerrados y una sonrisa de oreja a oreja, soñar con que volamos en un viaje eterno, tan eterno como nuestro último sueño, como nuestra última pregunta: ¿Y si hubiese otro planeta Tierra?
Manzana – S.
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Monkey Business.
Estamos hechos de la misma materia
que los sueños y nuestra pequeña vida
termina durmiendo.
(William Shakespeare).