Se llama Marco Fernández Moreno, tiene dos años y medio y nació en Talavera de la Reina.
Su fantástica sonrisa se sobrepone, cada día, a una maldita enfermedad –la Leucemia Linfoblástica que sufre desde los 16 meses de edad.
Este año tenía la ilusión de empezar sus clases en el talaverano Colegio Cristóbal Colón pero una recaída en su enfermedad, que estaba siendo tratada con éxito mediante medicación, le va a impedir acudir a las clases y conocer a sus compañeros por primera vez.
De hecho, si no le ayudamos entre todos es posible que no pueda conocerlos nunca.
El tiempo juega en su contra porque necesita un trasplante de médula urgente.
Sus padres, Jonathan y Mª Angeles han hecho un llamamiento desesperado en las redes sociales y nuestro medio se ha brindado a ayudarles difundiendo toda la información necesaria para que todos podamos ayudar al pequeño Marco.
CÓMO PODEMOS AYUDAR
Y es que cualquiera de nosotros puede salvarle la vida, si tienes entre 18 y 40 años tan sólo acudiendo a la planta de donantes del hospital más cercano que tengamos.
Concretamente, en el Hospital nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina ha habido estos días mucha gente interesada en donar y debido a ese aluvión y para no producirse aglomeraciones por la alerta de COVID se recomienda desde el SESCAM que en su web se solicite cita previa para que todo sea seguro (pinchando aquí directamente).
Sólo nos extraerán un pequeño tubo de sangre para examinarla y saber si es compatible con la donación de Marco. Nada más, así de simple.
Es muestra será enviada al registro mundial de donaciones de Médula que coordina la Fundación Josep Carreras y se buscará al mejor donante.
Hay que aclarar también que esta donación de médula se puede realizar varias veces, con lo que no nos incapacita para poder donar a un familiar o a alguien cercano después de haber ayudado a Marco, si somos compatibles. No es el mismo mecanismo que con otros órganos, la médula sana se regenera.
Cada día cuenta en contra de la vida de este pequeño talaverano y es nuestra obligación ayudarle, porque lo vivido hasta ahora por esta familia talaverana y lo que les queda es indecible, como nos ha relatado su madre, Mª Angeles: “cuando nació su hermanito Hugo yo estaba dándole el pecho al recién nacido en una sala mientras esperaba que me dejaran entrar a cuidar a Marco por su dolencia”.
Realmente podemos decir que tras la charla con sus padres, hemos encontrado una fuerza inusitada para sobreponerse a esta situación que, con la ayuda de todos, saldrá bien.