La noticia llegaba a los familiares de los residentes del Centro Casablanca en la Ciudad de la Cerámica este jueves debido a la detección positiva y asintomática de COVID de una mujer, que se encuentra viviendo en el centro, la cual había solicitado el traslado a una plaza pública que se le había concedido recientemente.
Como manda el protocolo sanitario, a esta anciana se le practicaron las pruebas PCR el pasado lunes cuyo resultado, positivo, fue comunicado a la Residencia el miércoles, activándose –así– todos los protocolos subsiguientes de realización de pruebas al resto de residentes y trabajadores del centro.
Las pruebas arrojaron finalmente –el jueves 20– que existían 15 residentes y 3 trabajadores con carga viral pero, eso sí, todos asintomáticos y sin cambio alguno en su estado de salud. En esa misma fecha se le fue comunicada la situación, perfectamente controlada, a todos los familiares de los residentes a la vez que se llevó a cabo el aislamiento absoluto de toda la residencia (sin visitas presenciales), con especial atención a los casos positivos a los que se les ha confinado en un área restringida para que mantengan la cuarentena correspondiente.
Ahora mismo, las labores que se están desarrollando dentro del centro –al margen del aislamiento– son de desinfección de todas las dependencias para asegurar, aún más, la estancia de todos sus residentes.
La detección de este brote es sólo fruto del control exhaustivo que se está desarrollando desde la Unidad de Seguimiento de Residencias a nivel regional en colaboración con el resto de administraciones públicas, el cual está funcionando de forma impecable según ha podido confirmar la Federación Empresarial de la Dependencia, a través de su presidente Ignacio Fernández-Cid.
Además, hay que decir que la asintomatología de todos los casos aparecidos puede ser más frecuente de lo que pensamos en cualquier centro donde exista convivencia, ya que su condición de estancia continua propugna que se den casos de este tipo.
Aún así, también se demuestra –a la vista de lo ocurrido– que el sistema funciona con normalidad pero nos obliga a extremar las precauciones porque las personas asintomáticas pueden estar en cualquier sitio en cualquier situación, con lo que el peligro invisible nos acecha a todos y nos indica que debemos permanecer siempre alerta.
Una alerta que se está desarrollando de forma efectiva –según han indicado a La Voz del Tajo los responsables de la Residencia Casablanca– por parte del sistema público de salud, el cual “ha funcionado rápido y perfectamente”.
Por todo ello merece la pena reproducir las palabras publicadas en Twitter este jueves por la diputada leonesa del PSOE Andrea Fernández: “Estoy segura de que si estallase una pandemia que fuera especialmente mortal para la gente joven nuestros mayores harían lo que fuera para proteger nuestra vida”, un claro llamamiento a los jóvenes para que entiendan que protegiéndose a sí mismos protegen a nuestros mayores.