Hay muchos delincuentes habituales que no frenan sus ansias de delinquir ni en situaciones como la pandemia actual provocada por la Covi-19. Pero en esta ocasión no han podido salirse con la suya porque la Guardia Civil ha detenido a tres ellos e investiga a otras cuatro en Madrid, Ribarroja de Turia (Valencia) y Candeleda (Ávila), cinco de ellas de nacionalidad china, como supuestas responsables de la venta ilegal de miles de mascarillas no homologadas en varias provincias, entre ellas Toledo y Guadalajara. Estas detenciones forman parte de la segunda fase de la operación Coronafarma, que hace más de dos meses culminó con la detención de dos personas y la investigación de otras ocho por la venta ilegal, en varias provincias españolas, de 260.000 mascarillas no homologadas procedentes de China, por las que habrían obtenido unas ganancias superiores a los 300.000 euros.
Las mascarillas eran adquiridas a través de proveedores chinos y posteriormente se vendían en ayuntamientos, farmacias y empresas de Ávila; Salamanca; Guadalajara; Gerona; Santander; Tenerife; Talavera de la Reina (Toledo); Córdoba; Madrid; Barcelona; Sevilla; Cáceres y Toledo, entre otras. La primera fase de la operación se inició el pasado abril, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que una persona se estaba dedicando a la venta de mascarillas sin homologar en los ayuntamientos de Candeleda, Poyales del Hoyo y Arenas de San Pedro, localidades todas ellas del suroeste de la provincia de Ávila.
Según ha informado este domingo en nota de prensa la Guardia Civil, estas dos fases han culminado con la detención de cinco personas, mientras que otras doce están siendo investigadas. Esta segunda fase ha tenido lugar tras el análisis de la documentación incautada por los investigadores de la Guardia Civil, que lograron identificar a los encargados de la importación y distribución de las mascarillas no homologadas, lo que culminó con la detención y la investigación de estas siete personas. Todas ellas adquirían las mascarillas en China, para posteriormente enviarlas a Valencia, donde se iniciaba la distribución y venta por todo el territorio nacional. Esta operación ha sido desarrollada por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Arenas de San Pedro, localidad situada al sur de la provincia de Ávila.