En las últimas semanas estamos expectantes ante un progresivo desconfinamiento tras el azote que nos ha propinado esta súbita pandemia al conjunto de la sociedad.
Muchos de nosotros, amantes de los viajes, escuchamos atentos las medidas que se van anunciando día a día. Mientras, fijamos el punto de mira en lugares poco concurridos donde, si todo marcha bien, poder satisfacer esas necesidades que todo aficionado a la geografía siente con la llegada del buen tiempo.
En las próximas líneas os proponemos auténticos planes e ideas para un desconfinamiento rural, merecedor categórico de nuestras visitas y de nuestro apoyo. Más si cabe tras su incansable labor en el abastecimiento de recursos alimentarios a toda la población. Por cierto, una de las pocas industrias (la agroalimentaria) que no ha cesado su producción durante la hibernación que está sufriendo nuestra economía.
RIBEREÑOS DEL TAJO: TRADICIÓN Y CULTURA ANCESTRAL
Al oeste toledano existe una singular comarca de pueblos bañados por las aguas del río Tajo. Territorio de tradiciones, de buena gastronomía, de históricos y señeros monumentos. Un lugar donde el paisaje mediterráneo goza de su total efervescencia con mil y un lugares para practicar un desconfinamiento rural histórico.
El PUENTE DEL ARZOBISPO, DONDE EL BARRO SE HACE ARTE
Fijamos nuestro punto de partida en una villa emblemática desde tiempos de la baja Edad Media, El Puente del Arzobispo. La localidad se sitúa a orillas del Tajo, salvaguardada por su colosal puente medieval de once ojos. Este se construyó para facilitar la trashumancia y el peregrinaje al santuario de Guadalupe allá por el siglo XIV.
Esta ilustre villa presume de grandes monumentos históricos como el Palacio Arzobispal, los Hospitales e Iglesia de Santa Catalina, antigua colegiata, o su magnífico rollo de justicia.
Además, El Puente del Arzobispo es cuna indiscutible de la cerámica, salpicado de talleres donde disfrutar in situ, de este vetusto proceso artesanal. Asimismo, cuenta con un importante Centro de Interpretación de la Cerámica que alberga piezas y testares de diversas fechas y localidades del mundo.
Cabe destacar que el proceso artesanal de la cerámica ha sido recientemente declarado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, de forma conjunta con la vecina Talavera de la Reina. Sin duda, es una visita magnífica para aprender sobre el arte de la cerámica y la alfarería en este peculiar desconfinamiento rural.
Esto ha sido solo un pequeño aperitivo que queremos ofrecerte para ir abriendo boca y apostar, hoy más que nunca, por nuestros pueblos, por nuestra cultura y, en definitiva, por nuestro territorio. De él tenemos mucho que aprender y aún más si cabe, que preservar.
Texto: Daniel Casas