Las Ferias de Talavera fueron fundadas por el rey Sancho IV en el año 1294. Pero tales ferias fueron las llamadas “de San Andrés”, pues se celebraban en torno a la fiesta de este santo (30 de noviembre). Como tales perduraron durante quinientos años. Pero a finales del siglo XVIII la asistencia de ganados era tan abundante que los caminos, debido a las lluvias de noviembre, resultaban intransitables y, con frecuencia, los ríos y los arroyos impedían el paso. De ahí que el Ayuntamiento de Talavera tratara por todos los medios de cambiar la fecha. La ocasión llegó en 1799, con ocasión de la visita del rey Carlos IV a nuestra ciudad. El Ayuntamiento solicitó al rey, y éste lo concedió, adelantar las ferias de san Andrés al mes de septiembre, en torno a la fiesta de San Mateo. Así comenzaron a celebrarse las Ferias de San Mateo (21 de septiembre), en que las lluvias aún no afectaban los caminos y la temperatura era más suave.
Entre tanto, ya desde 1610, venían celebrándose las Ferias de Mayo. El rey don Felipe III otorgó el Privilegio. Aunque las fechas variaban, se fueron ajustando en torno a la festividad de San Isidro. Así sucedió, por ejemplo, en 1920, año trágico inolvidable, pues en la corrida de toros del día 16 moría Joselito el Gallo, cuyo Centenario conmemoramos este año.
Aún con los inevitables altibajos debidos a las pestes, crisis y épocas de guerra, podemos afirmar que, al menos hasta la Guerra civil de 1936, las Ferias de Talavera no dejaron de crecer en importancia, número de ganados y transacciones comerciales, popularmente llamadas “tratos”. Talavera era la meca del trato. El trato era la forma de relacionarse en la feria, los ejercicios de compra-venta, que culminaban con una celebración, el alboroque.
El número de cabezas de ganado aumentaba de año en año, al menos hasta los años de la República y de la Guerra Civil. El año 1902, por ejemplo, acudieron a la feria 45.000 cabezas de ganado lanar, 3.000 de cabrío, 3.000 de vacuno, 5.500 de caballar, mular y asnal, 1.100 de cerda. Total: 57.600 cabezas de ganado. Pues bien, dos años después, en 1904, tenemos la siguiente estadística: 100.390 cabezas de ganado lanar, 2.300 de cabrío, 4.500 de vacuno, 5.000 de caballar, mular y asnal, 3.900 de cerda. Total: 116.700 cabezas. En septiembre, cada año, solían aumentar el cabrío, vacuno, caballar y de cerda, pero disminuía el lanar, por eso en los totales se elevan más las cifras de mayo. En 1910 se contabilizaron 136.000 cabezas de ganado en las ferias de mayo, de las cuales 120.000 eran ovejas. El año anterior, 1909, hubo 159.900 cabezas, de las cuales 130.000 fueron ovejas. En 1923 se registra una de las mayores afluencias de la historia en la feria: 165.000 cabezas de ganado.
Elevado por el Ayuntamiento al rango de Fiesta Patronal, el día de San Isidro se ha convertido en el principal día festivo de Talavera. Emociona la Procesión del Santo, la variedad de las carrozas y el lujo de trajes populares de quienes acompañan. Que San Isidro el Labrador obre el milagro de la recuperación de la gran tradición ganadera y agrícola de la comarca y el esplendor de sus desaparecidas Ferias y Mercados de Ganados.
José María Gómez Gómez
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