Rebeca Alonso Bañares, una castellanomanchega que hal superar el coronavirus, ha publicado en su cuenta de Facebook una carta al presidente del Gobierno de España como "superviviente del Covid-19".
A continuación reproducimos íntegramente sus palabras:
Querido Pedro Sánchez...
He estado 9 días ingresada en un hospital de Toledo por Coronavirus. Mientras yo estaba en la habitación 128 de un hospital, mi madre estaba en la habitación 418 de otro hospital. Las dos con coronavirus, las dos con malas saturaciones, las dos en la cuerda floja de una línea muy delgada entre vivir o morir, a un paso de una UCI, con una intubación de por medio.
Le voy a ser sincera. Creo que es casi imposible haber evitado la pandemia, y no creo en absoluto que sea fácil gestionarla. Nadie guarda "por si acaso ...." 5.000 respiradores en un almacén ni se hace un stock de medicamentos como para parar un tren como decía mi abuela. Ahora bien, su sentido común y el de su equipo ha brillado por su ausencia. Me encantaría poner cara a sus expertos, y a sus asesores, me encantaría...
Sus gestiones y decisiones han sido nefastas.
Lo primero que nos dijeron fue que éramos unos alarmistas y que España no pasaría de tener algunos casos aislados. Entonces seguimos teniendo las puertas de par en par, al libre albedrío. Para decir eso, tendría que haber acotado el territorio y haber controlados los cientos de vuelos llegados de Italia y otras zonas donde la pandemia ya hacía estragos.
Pero no, tranquilos, que no cunda el pánico y muy importante... ¡No utilicéis mascarillas, que no sirven de nada!... Eso es lo que nos decíais mientras nuestras fábricas de España desempolvaban sus máquinas y hacían mascarillas como locos para China.
Vosotros nos tratábais como tontitos, con un mensaje engañoso. Que no... que las mascarillas son un adorno que sólo llevan los sanitarios para que estén más guays vestidos, (de manera irónica). Ahora habéis pedido mascarillas hasta a la OMS y habéis requisado pedidos de gente que sí quería protegerse. La solidaridad de las españoles ha hecho que se crearan millones de mascarillas caseras, porque ahora, si no vamos con mascarilla, nos cae multa.
La mayoría de los pobres sanitarios se han contagiado por vuestra falta de recursos. No sabéis qué duro es ver a un sanitario cómo te atiende con bolsas de basura y de buenas a primeras no volverle a ver porque yo, que tengo la habitación hasta las trancas de mis gotitas de saliva, sí, esas que ustedes nos explican lo que pesan, ha podido contagiarle y a los días tenerse que quedar en casa con síntomas.
A mí me salió un positivazo a la primera, pero... ¿Sabe usted cuántas pruebas le hicieron a mi madre mientras estaba ingresada señor Sánchez? ¡3! Dos test rápidos y una PCR. Sabes cuántas dio positiva: ¡Ninguna! El sentido común y profesional de los médicos vió la evidencia de que mi madre tenía una neumonía de Wuhan impresionante, con una insuficiencia respiratoria severa-grave y saturación del 80% cuando venía de mear o cagar. Y mi padre, en urgencias con neumonía bilateral y su test también negativo.
Esos maravillosos test y esas maravillosas mascarillas donde usted se ha gastado millones de euros para tirar a la basura. Luego vendrá bajando el sueldo entre un 2 y 4% a lo funcionarios, vendrá subiendo entre un 2 y 4% el cupón de autónomo y entre un 2 y un 4% los impuestos y servicios varios al resto de mortales. Lo entiendo, y como autónomo no me quejaría porque hay que levantar nuestro país, pero dicen que el dinero del pobre va dos veces a la tienda y no sé quién le habrá aconsejado en comprar mierda. Ahora nos sale caro. Tuvísteis que pagar más de 7 millones de euros por adelantado. El resto no quiero ni saberlo.
Administre bien las pensiones que se va a ahorrar de una gran parte de los 22.000 fallecidos que según usted era mayores de 70 años. Claro, como esta enfermedad sólo afecta mayoritariamente a personas mayores... los demás debemos estar tranquilos. Que injusto que una persona de más de 60 años tenga que oír eso por la tele. Eso ya te quita media vida, la otra media si pillas el CoVid19. No son números. Eran personas con familia, con historias a cuestas, historias apasionantes, con ilusiones y sueños, incluso aquel que tiene Alzheimer y está en un residencia, se ve como un niño y retrocede a su edad temprana, aunque pierda la noción del tiempo, y su ubicación.
Una noche, oí llorar a un niño. Me quité el oxígeno y andé los 12 pasos que había hasta la taza del wáter... Al volver, me quedé al lado de la puerta y agudicé el oído. No era un sueño. Por el llanto parecía un niño de unos 5 ó 6 años. No era el único, tiempo después me enteré que había más.
El 27 de abril se autoriza la salida de pequeños, hasta 14 años. A pasear, al supermecado, a la farmacia... Me parece bien que los niños puedan salir. No soy madre, pero soy tía. Es durísimo tener a niños confinados, con un nivel de adrenalina altísimo, con, seguramente déficit en vitamina D, rabietas por estrés o aburrimiento y con las limitaciones que conlleva para niños activos, sanos y acostumbrados a estar más tiempo fuera de casa que dentro.
Ahora bien, está muy bien que salgan, pero que hagan la ruta turística es cuanto menos desafortunado. Ahora le voy a poner en situación:
Niños en supermercados, niños donde ya sabemos que tocan todo, que quieren cosas que ven atraídos por bonitos colores, alta excitación por salir, carreras por pasillos... (todo supuestamente). El niño se contagia de CoVid19, no sabemos cómo, ni por qué, pero se contagia. No vivimos en un mundo inmune, ni estamos en una burbuja, ni yo misma sé dónde lo pillé, ni cuando.
El niño se contagia, síntomas leves, o asintomático, (sin contar que también es candidato a llorar en un hospital como la noche que yo lo oí), pasa sin pena ni gloria. Pero, ¡ay amigo!, convive con dos padres, carne de cañón para este maldito virus, que duermen juntos, comparten mesa y cama...
También pueden pasarlo sin pena ni gloria, pero las estadísticas nos dicen que al menos uno de ellos o los dos, van a desarrollar los síntomas que ya nos sabemos de memoria, o quizá otros, pero que le puede llevar a estar en cama con fiebres altísimas, con falta de fuerza y ganas y un mal cuerpo tremendo. Entonces ahora viene mi incógnita... ¿Quién se va a ocupar de esos bebés o niños de corta edad? Sin contar que los padres tengan que visitar las urgencias de un hospital...
Evitar una pandemia era imposible.
Gestionarla es extremadamente difícil, pero le aseguro, que estar entre la vida y la muerte a expensas de que un tratamiento te funcione es indescriptible. Usted no es responsable de cómo reaccione mi cuerpo, ni siquiera es responsable si mi cuerpo no lo supera y muero...
Pero de la ausencia de sentido común, la falta de medios, los pocos recursos y la falta de empatía con el personal sanitario, las condiciones precarias de los militares, las largas jornadas de otros trabajadores y la gestión de todo lo acontecido... ¿Quiénes son los responsables?
Póngale alma señor Sánchez, que la gente está muriendo, y al resto, al resto nos estan volviendo locos.
Atentamente una superviviente del CoVid19.
Rebeca Alonso Bañares