Alojamientos turísticos de Castilla-La Mancha abiertos bajo autorización del Gobierno desde hace quince días ofrecen precios asequibles a sanitarios y transportistas que tienen que desplazarse por esta Comunidad Autónoma durante el estado de alarma, aunque los ingresos que le genera este servicio no llegue en algunos casos para cubrir los gastos mínimos. "Es más el servicio que el beneficio", han coincidido en afirmar trabajadores de alojamientos de cuatro provincias de la región --pues Cuenca no cuenta con ninguno abierto--, en declaraciones a Europa Press. Según la última orden del Boletín Oficial del Estado (BOE) de 30 de marzo, que publica la actualización de alojamientos, declara estos como servicios esenciales con el objetivo de permitir el alojamiento a aquellos trabajadores que deban realizar labores de mantenimiento, asistencia sanitaria, reparación y ejecución de obras de interés general, así como a aquellos servicios esenciales tales como los prestados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entre otros colectivos. Desde el Hotel Real en Illescas (Toledo), una de las administradoras, Estela, ha señalado que han alojado en estos días a transportistas y sanitarios a un precio "muy ajustado", y puntualiza que la estancia suele durar entre una o dos noches. Se trata de un negocio "muy pequeño y familiar", por lo que para no dejar "solo el edificio", se quedaron dentro del hotel otra trabajadora y ella. "Las dos hacemos de todo, al resto de trabajadores les mandamos a sus casas". Sobre el servicio que están prestando lo consideran "necesario", ya que a la dificultad de trabajar fuera de casa en estas circunstancias se añade las limitaciones de encontrar un sitio donde poder dormir, comer y descansar. "Era necesario, los que vienen aquí no tienen más remedio que ser atendidos". Respecto a los pequeños beneficios que puede aportar este movimiento limitado de clientes, Estela señala que cuando "acabe esto" sacarán las cuentas reales, pero de momento en los últimos quince días han pagado los suministros del mes anterior, aunque "echando mano de dinero de todas partes".
En el Hotel Enológico Viñedos y Bodegas El Castillo en Villarobledo (Albacete) han dado cobijo a sanitarios, trabajadores de obras públicas y transportistas por un precio menor, y a las personas que pasan por allí y necesitan asearse se les ofrece este servicio gratuito. "Es más el servicio y la ayuda que el negocio", explica Javier, el gerente del alojamiento, que añade que aunque "compensar --económicamente-- no compensa", lo positivo de estar abiertos es que "llama mucha la gente para asegurarse" un lugar donde poder dormir y con ello, se dan a conocer. Una situación distinta se vive en los Apartamentos Los Ángeles en Alcázar de San Juan en los que los trabajadores que llegan se quedan estancias "largas" hasta que pueden encontrar un alojamiento gratuito o por que se les cumple el contrato laboral.
Fuentes que regentan este alojamiento describen que pueden cubrir "algunos gastos, no todos", por los ingresos que reciben de este servicio, pero les sirve para que por "lo menos no tengan que cerrar". "Lo que estamos haciendo es normal, si no prestáramos este servicio no podrían producirse sustituciones de sanitarios o ampliaciones de plantillas en la sanidad, por ejemplo". Desde el Hotel Iris en Guadalajara, Gabriel, su recepcionista, describe como desde que pudieron abrir solo han alojado a dos personas, que terminan su turno, "vienen a descansar" y toman el desayuno en la habitación. Aunque por el momento no han reparado en ello, este trabajador cree que con los ingresos que se generen podrán "cubrir gastos" de los suministros básicos de luz y agua. Para Gabriel, "hay mucho en lo que cada uno puede aportar en esta crisis", y el trabajo de los colectivos que luchan cada día es digno de alabar. "Es una ayuda en cadena, todos ayudamos a algo, es gratificante poder hacerlo".