Está claro que es momento de disponibilidad, de propuesta y de búsqueda conjunta de soluciones ante lo urgente. Pero llegará el momento de comprobar si quienes tienen el poder de tomar decisiones están tomando nota para reconocer y asignar a este sector el papel tan esencial que desempeña; y abandonar la marginalidad en la que los gobiernos, uno tras otro, han arrinconado a un colectivo de usuarios y trabajadores que, de forma más que heroica, han ido haciendo frente a los recortes de los que no han llegado a recuperarse. Y en esto llegó la crisis del Covid19.
Empecemos por lo positivo, la decisión de reconocer a las residencias de mayores como centros sanitarios. Con el fin de darles (o más bien intentarlo) la atención sanitaria a las personas usuarias contagiadas y de poner los medios para evitar contagios en cadena. También, cómo no, ha sido muy efectiva la intervención de la UME en materia de desinfección. Dicho lo cual, siguen faltando equipos de protección. Las plantillas están bajo mínimos, tanto de personal sanitario como asistencial.
Y son imprescindibles los test rápidos de detección de Coronavirus. La consideración de los centros residenciales como dispositivos sanitarios es positiva pero los recursos no se están distribuyendo de manera equitativa entre lo puramente sanitario y lo sociosanitario, pese a que la población mayor y en situación de dependencia, por su edad o por la concurrencia de otras patologías, constituye el grupo más vulnerable ante el Covid19. En lo que respecta a la situación actual en las residencias de mayores y a las medidas tomadas hasta ahora, CCOO considera que deben completarse o clarificarse de forma que:
- Se aborden medidas preventivas y no sólo paliativas. En aquellas residencias donde no haya contagios se debe reforzar la limpieza y en aquellas con situaciones menos graves se deben incrementar los controles para garantizar que cumplen con la clasificación de residentes y las medidas de aislamiento recogidas en la orden SND/265/0202.
- Se garantice la presencia de profesionales sanitarios en las residencias de personas mayores y dependientes, independientemente de su tamaño.
- Se refuercen las plantillas con gerocultoras y personal de limpieza. Las plantillas, ya insuficientes antes de la crisis, están ahora sobre exigidas, cuestión que el sindicato ha denunciado en no pocas ocasiones. La situación actual refuerza la necesidad de una norma estatal que regule las ratios de personal.
- Se aseguren los equipos de protección individual (EPIS) para todo el personal de los centros; así como la realización de test rápidos para evitar la propagación del virus y preservar la salud de las personas trabajadoras y residentes. Aún no está disponible dicho material.
- Se habilite también a la Representación Legal de los Trabajadores y las Trabajadoras para trasmitir a las consejerías correspondientes la concurrencia de circunstancias excepcionales a las que hace referencia el punto quinto de la orden.
Desde CCOO trasladamos a diario a la Consejería de Bienestar Social y a la Dirección General de Salud Pública la situación de aquellas residencias de mayores que necesitan intervención urgente, con el fin de evitar en lo posible la propagación de contagios tanto a personal residente como a trabajadoras/es (la inmensa mayoría son mujeres); que, cada vez en mayor número, se ven obligadas/os a quedarse en su domicilio en situación de IT. Si antes de la crisis denunciábamos de forma constante la necesidad de ampliar plantillas, hoy es más que evidente que estábamos en lo cierto. Tenemos a las plantillas agotadas, sin medios y sin garantías, pero dando todo lo que pueden para evitar o minimizar los estragos que esta pandemia está ocasionando entre la población mayor. Está claro que es momento de disponibilidad, de propuesta y de búsqueda conjunta de soluciones ante lo urgente. Pero llegará el momento de comprobar si quienes tienen el poder de tomar decisiones están tomando nota para reconocer y asignar a este sector el papel tan esencial que desempeña; y abandonar la marginalidad en la que los gobiernos, uno tras otro, han arrinconado a un colectivo de usuarios y trabajadores que, de forma más que heroica, han ido haciendo frente a los recortes de los que no han llegado a recuperarse. Y en esto llegó la crisis del Covid19. Nos solidarizamos con todas las familias, con todos los trabajadores y trabajadoras, con todos los residentes que día a día afrontan con valentía y entereza una crisis que parece no tener fin.
Desde CCOO, toda nuestra fuerza y todo nuestro apoyo.