La complicada situación por la que estamos atravesando todos los españoles es tan dura que la misma alcanza hasta a los familiares directos de las personas fallecidas, aunque la causa no haya sido el COVID-19. La noticia que les transmito es de apenas unas horas, puesto que ayer a media tarde fallecía la madre de un amigo íntimo de quien les informa, como consecuencia de no haber podido superar una intervención quirúrgica de cadera, en el Hospital de Ávila pese a haber resultado positiva. Y tras haber cogido un virus de quirófano que le ha originado una infección en las vías respiratorias.
Efectuada la certificación de la defunción, el familiar ha realizado las gestiones correspondientes con la aseguradora (el cuerpo de la fallecida se recoge en el hospital y se traslada a cámaras cerradas y perfectamente aisladas hasta que se lleva al crematorio, por supuesto tomando todas las medidas de seguridad necesarias y sin presencia de familiares ni allegados) y a partir de este momento se ha hecho cargo de las gestiones de incineración, que por cierto al residir en la vecina localidad de Arenas de San Pedro, ha tenido lugar en la tarde hoy martes en el tanatorio de los Hermanos Agüero de Talavera de la Reina.
Un familiar ha tenido que desplazarse hasta el crematorio para recoger el certificado correspondiente y en días posteriores habrá de volver para retirar las cenizas y destinarlas al lugar elegido por los familiares. Las autoridades sanitarias, tras el decreto del Estado de Alarma, no permiten el velatorio de los fallecidos para cumplir con las pautas de seguridad. Con todo, es sin duda uno de los procesos que estamos viviendo en estos momentos, el no poder velar a los seres queridos. Desde aquí nuestro apoyo a la familia Hernández Blázquez en momentos tan duros. Un abrazo.
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