El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha tendrá que pagar una indemnización de 5,5 millones de euros a la familia de una niña que se quedó tetrapléjica por una negligencia médica en su parto, el 14 de octubre de 2012 en el Hospital Gutiérrez Ortega de Valdepeñas.
El juzgado de Ciudad Real que ha dictado sentencia condena al ginecólogo y a la matrona que atendieron el parto a nueve meses de multa a razón de 10 euros diarios por un delito de "lesiones por imprudencia profesional grave", según indica la asociación 'Defensor del Paciente' en un comunicado.
Además, el tribunal condena a las aseguradoras Mapfre y Zúrich, con responsabilidad civil subsidiaria del SESCAM, a indemnizar a los padres de la menor con 2.591.498 euros más una pensión anual vitalicia de 25.500 euros, a lo que se suman los intereses legales correspondientes y las costas procesales, con lo que la cuantía total asciende a más de 5,5 millones de euros.
Según precisa en su nota el 'Defensor del Paciente', los hechos tuvieron lugar en octubre de 2012, cuando la madre de la pequeña afectada acudió al mencionado hospital con síntomas de parto. Durante el mismo -apunta- la matrona optó por prescindir de una de las cinchas utilizadas para monitorizar la frecuencia cardiaca del feto. "Tampoco se dio importancia a los 26 episodios de disminución de la frecuencia cardiaca del feto (...) ni a las 9 anotaciones de bradicardia", apunta el 'Defensor del Paciente', que señala que estos síntomas son "claras e inequívocas señales de alarma en la evolución de ese período de parto".
REACCIÓN DE LA JUNTA
El consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, ha sostenido que la familia de la niña que sufrió lesiones graves por una negligencia durante el parto en octubre de 2012 en el hospital de Valdepeñas (Ciudad Real) ha recibido los cuidados necesarios y ha reiterado que se produjo un "entendible" fallo humano reconocido por los propios autores.
El titular autonómico de Sanidad ha atribuido esta situación a un fallo humano, "entendible como cualquier otro" y reconocido por los propios autores, a la vez que ha insistido en que la indemnización es "algo añadido", dado que la niña, que ahora tiene ocho años, y su familia han recibido "los cuidados que habrán necesitado en este tiempo".