Posponen el juicio contra los acusados de intentar vender cocaína a un interno de Parapléjicos
miércoles 15 de enero de 2020, 17:30h
El juicio contra un hombre --H.A.L.G-- y una mujer --L.C.E.A-- que fueron sorprendidos negociando la compra de cocaína con un interno del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo en febrero de 2013 se ha pospuesto a la espera de nuevas pruebas que no se han podido practicar.
No obstante, en la sesión celebrada este miércoles ha declarado la procesada y los tres agentes que llevaron a cabo el dispositivo policial, movilizado después de la llamada de un agente de seguridad de dicho centro, que alertó de la posible venta.
L.C.E.A, que presenta una lesión medular y ha sido paciente de hospital de Parapléjicos, tras referir que ese día acudió acompañada de H.A.L.G. para asistir a una consulta médica, ha dicho que nunca se puso en contacto con alguno de los demás internos para ofrecerles sustancias estupefacientes.
De igual modo, ha asegurado no saber que su acompañante se dedicaba a vender dichas sustancias, pues ha afirmado que de haber tenido conocimiento de ese extremo no se hubiera subido en su coche, donde transportaba 17 envoltorios de cocaína. Por contra, sí ha confirmado que conocía que el varón que ese día la llevó al hospital era consumidor.
La procesada también ha narrado que la actitud del interno de Parapléjicos, que según la Fiscalía les esperaba para comprar cocaína, cambio hacia ella cuando después de una cena con otros pacientes del centro no accedió a irse con él a su casa para mantener relaciones sexuales, rechazo que le molestó.
Por último, ha apuntado desconocer si este compañero era consumidor de cocaína, a pesar de que uno de los magistrados de la sala le ha recordado que en la fase de instrucción declaró que sí lo hacía.
EL PROCESADO, FAMOSO POR LA DROGA QUE VENDÍA
De su lado, el jefe del operativo policial ha manifestado que H.A.L.G, conocido con el apodo de 'El Viejo', era "famoso" en Toledo por la "cantidad de droga que vendía" y que fue detenido en muchas ocasiones, hasta que "de tanto detenerle" abandonó la ciudad.
Ese día de febrero de 2013 le intervinieron 16 envoltorios de cocaína, ocultos en el faro derecho del vehículo que conducía, y otro debajo del asiento del conductor, "preparado para su venta".
Así las cosas, ha relatado que el interno de Parapléjicos, tras su intervención, declaró que iba a comprar la droga, pero que finalmente no lo hizo al no haber alcanzado un acuerdo económico, pues no tenía dinero.
Luego de afirmar que nunca detuvo ni vio a la procesada, el agente ha señalado que en ese momento en Parapléjicos "había más droga de la que creímos", afirmación a la que, como jefe de estupefacientes de la Policía de Toledo no le dio "importancia", aunque ha añadido que "es gente que ha cobrado una indemnización de dinero importante".
Tras la declaración de los tres agentes de policía que llevaron a cabo la operación, el magistrado presidente de la sala ha decidido suspender la vista, a falta de varias pruebas.
HECHOS
Los hechos que este miércoles han comenzado a juzgarse en la Audiencia de Toledo son constitutivos, según el fiscal, de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas. De ahí que pida para cada uno de los dos acusados un total de cuatro años de prisión y el pago de una multa de 1.232 euros.
Ocurrieron sobre las 9.40 horas del 26 de febrero de 2013, cuando los dos acusados --un hombre y una mujer-- se dirigieron en un vehículo al centro sanitario, donde habían concertado una cita con uno de los internos a fin de entregarle una cantidad de cocaína a cambio de una cantidad económica previamente concertada.
Una vez se hubieron reunido con el mismo en la puerta principal fueron sorprendidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que acudieron al lugar en virtud de un aviso previamente recibido desde el propio centro, pudiendo comprobar cómo los acusados portaban oculta bajo el capó del vehículo un total de 17 envoltorios de plástico que contenían cocaína, en concreto un total de 9,01 gramos con una riqueza media en cocaína base del 25,8 por ciento.
Además, los agentes ocuparon un envoltorio de las mismas características que los anteriores, debajo del asiento del conductor, que tras su análisis resultó ser cocaína, en concreto un total de 1,45 gramos con una riqueza media expresada en cocaína base del 17,1 por ciento.