Este ya viejo comunicador, y ciego, tenía un amigo que hace tiempo, mucho tiempo ya, me decía: “esta Talavera es la REINA de los estultos” (Necio y tonto según la RAE). Era don Ricardo Martín Colmenero -para los amigos de confianza “Buscalíos” y jamás se enfadó cuando así lo llamábamos- que, pese a ser salmantino de nacimiento, se había hecho persona y señor respetado en nuestra ciudad, donde además había formado una familia y se sentía más talaverano que nadie. Argumentaba su tesis -chascarrillos, sin duda- cuando observaba a las damas de los “supuestos” ricachones -alguno familiar muy directo- con abrigos de visión y decía, “no pagan la comunidad y en el banco sus cuentas están siempre en números rojos, pero eso sí, tienen letras y apellidos ilustres...”. Las sonrisas de los Pepe Retana, Igroso, Emilio Jiménez, Manuel Hernández, Julio Martín o el joven Alberto Retana asentían siempre y no le desrazonaban jamás. Hoy, tras lo vivido ayer en este medio, quien suscribe sólo puede decirle: “gracias, sabio”. Vivíamos el día a día con humor, a pesar de las dificultades que atravesábamos. Las entidades bancarias de nuestra querida Talavera lo saben bien.
La noticia de ayer sábado, Día de los Santos Inocentes, no admitía dobleces de ningún tipo, al menos en la intención de este medio y su firmante. Era la broma que, con motivo de la festividad, la mayor parte de los medios de comunicación suelen ofrecer a sus lectores, televidentes u oyentes. Fuimos madrugadores, es cierto, y aunque la mayor parte de los lectores nos alabó por ella y esgrimió su leve sonrisa, hubo otros que no supieron encajarla como correspondía. De ahí que cualquier interpretación interesadamente sibilina es, en todo caso, producto del receptor, jamás de nosotros -y menos aún del firmante, insisto- que asumimos el ímprobo trabajo de nuestra flamante alcaldesa, Agustina García Élez, por hacer que su ciudad salga de los bajos fondos en la que está sumida, al menos en lo que a la búsqueda de empresas que se asienten en Talavera y puedan crear los puestos de trabajo necesarios para que abandone las estadísticas que la sitúan entre las de mayor paro de España.
Suya es la frase, poco después de tomar posesión como alcaldesa, “queremos atraer y traer empresas a Talavera, es nuestro objetivo, pero también cuidar y mimar a las que tenemos y que ya sufren a diario las graves dificultades para mantener sus negocios”. Por eso, subrayaba en aquella ocasión, que hay que “buscar alternativas y hacer políticas que, en ambas vertientes, mejoren y garanticen el futuro de la ciudad”. Es más, desde FEDETO en su primer contacto oficial de la organización toledana, se le ofreció a la alcaldesa “plena colaboración” para mejorar la ciudad. Es "una de las personas más predispuestas" para trabajar por Talavera, dijo entonces el presidente de la patronal toledana, Ángel Nicolás.
Y lo ratificamos desde aquí, una vez más. Ojalá que hubiera sido realidad lo de que “SEAT se ubicará en Torrehierro” o cualquier otra empresa que genere empleo y riqueza para Talavera y su comarca. Sentimos muy sinceramente si alguien no se ha dado cuenta de la fecha (a pesar que todos miramos la hora en el móvil cada cinco minutos), pese a que en el texto incidíamos en la festividad del día, y se ha sentido ilusionado por darla credibilidad, o molesto y descarnado por su falsedad, aún a costa de insultarnos y vilipendiarnos; ya estamos tan acostumbrados... Y teníamos otras, que puede que a la sazón resultaran más ingeniosas y menos “dolosas”. Pero optamos por ésta.
Nunca ha estado en nuestro objetivo ridiculizar la triste realidad de nuestra ciudad; muy al contrario, siempre hemos mantenido la esperanza, con duras críticas incluso, de que los hacedores de la cosa pública, a todos los que el pueblo elige cada cuatro años -bueno ahora menos- se pongan de una vez por todas las pilas para no tener que escribir inocentadas como la presente. Y a los meapilas -los que se la cogen con papel de fumar, ya saben, cuando acuden al urinario- que están siempre pendientes de nosotros, por envidia -el más inútil de los pecados- más que por desprestigiarnos, -los conocemos aunque utilicen la cobardía del pseudónimo o la identidad falsa en las redes- por lo que es sabido y manido: con lamentos -y aquí somos muy dados a ellos- no se encuentran soluciones ni se sale del fango.
En todo caso, gracias por seguirnos -ayer fue nuestra noticia más visitada en los últimos seis meses- y que tengan una muy feliz salida y entrada de año. Y, si es posible, mantengan en su dieta diaria algo de humor -el día 28 se suele prestar a ello- porque ayuda a soportar mejor las penas y las calamidades. ¿O no?
A “esos otros”, que parecen convertirse en el tribunal erigido contra esta VOZ del TAJO que publica noticias tan diabólicas y tan tendenciosas que parecemos el mismísimo Lucifer, una frase que aprendí de chico en boca de mi profe de Latín, y que pese a la edad no olvido: “Quod natura non dat, Salmantica non præstat”. ¡Madre mía, no sé para qué me molesto si seguro que ni habían nacido! Pues ya no la borro, y pese a que no es mi cometido esencial desenmascarar la hipocresía de determinados “señores de bien” que pululan en esta sociedad talaverana -los que califican de poca ética y amoral lo que por parte del autor no es más que la provocación de una sonrisa- , es cierto que lo intento en ocasiones con algunos versos de mis romances. Concluyo y digo: a todos ellos les dedico éstos que, ciertamente, no son míos, pero que a cuento vienen:
Con razón al silencio llaman Sancho
por lo que a veces el callar conviene;
pero también hay cosas donde tiene
más donaire y primor no callar tanto.
Sin acritud -en verdad- hacia ninguno:
El Ciego del Berrenchín
Talavera, 29 de diciembre de 2019.