44 por debajo de la media nacional
La Junta sitúa la espera media para una consulta en el especialista en 37 días
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, resalta que la media de España para una consulta es de 81 días, más del doble que Castilla-La Mancha, lo que nos sitúa entre las cinco mejores comunidades
jueves 12 de diciembre de 2019, 18:19h
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz ha explicado que, en los seis primeros meses del año, en Castilla-La Mancha los usuarios obtienen una cita para una consulta con el especialista en 37 días, frente a los 81 días que existen de demora media a nivel nacional.
Fernández Sanz ha recordado que recientemente el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha publicado las listas de espera por comunidades existentes en los seis primeros meses del año, por lo que, respecto a las consultas, tenemos un promedio muy favorable para nuestros pacientes, ocupando la quinta posición del ranking nacional.
Teniendo en cuenta que en 2018 hubo más de 3,5 millones de consultas con especialistas, supone como si toda la población de la región pasara por nuestro sistema para ser diagnosticada adecuadamente casi dos veces al año.
El consejero ha detallado que los resultados de muchos de los esfuerzos de gestión, realizados en el periodo anterior “van evidenciando sus debidos frutos, ya que, si en enero de 2014, el tiempo medio de espera para una consulta era de 63 días, casi 27 días más que el dato que refleja junio de 2019, podemos ver la evolución de respuesta que estamos ofertando en estos momentos”.
Fernández Sanz ha explicado que “para llegar a una intervención quirúrgica hay tres momentos clave para un paciente; en un primer momento la consulta con un especialista, una prueba diagnóstica después y tras ella, la programación de una intervención quirúrgica”.
En Castilla-La Mancha, ha resaltado el consejero, “estamos apostando por la Atención Primaria y por las políticas de Prevención de la Enfermedad y Promoción de la Salud”, para mejorar la salud de nuestros ciudadanos.
Asimismo, ha reprochado a la oposición su postura respecto a las listas de espera quirúrgicas, ya que “nos encontraríamos en un horizonte de gestión muy diferente si tuviéramos funcionando los Hospitales Generales conforme fueron planificados para dar respuesta actualizada a nuestra población y que fueron paralizados por la Administración Sanitaria, en 2011 y 2012, con elevados costes en indemnizaciones y sin tan siquiera seguir los procedimientos más adecuados para su paralización”.
Así ha explicado que, en total, “estaríamos hablando de 37 quirófanos más, disponibles al servicio de nuestros profesionales por toda la región y que impactarían de forma muy positiva por esas listas de espera que tanto les preocupan”.
En ese sentido, Fernández Sanz ha argumentado que, cuando estas infraestructuras se encuentren terminadas, recordando que “no son ningún capricho del Gobierno, sino la correcta respuesta a nuestros ciudadanos”, supondrán 7 quirófanos más en Guadalajara, en Cuenca 6 más, en Albacete 15 más, en Toledo 9 quirófanos más, que, si fueran utilizados sólo en turno de mañana, ya supondría la intervención programada de 32.000 pacientes más.
Asimismo, el responsable de las políticas sanitarias ha explicado que se ha recuperado la agenda de mejora del equipamiento, mediante el Plan de Renovación Tecnológica con 10 TC, 9 resonancias magnéticas, 5 salas de Hemodinámica, 8 mamógrafos con tomosíntesis y se ha incrementado la utilización de las tecnologías de Información a disposición de profesionales y pacientes.
Fernández Sanz ha afirmado que otra forma de luchar contra las listas de espera es dotar al sistema sanitario público con plantillas de profesionales adecuadas y, por ello, ha recordado las convocatorias de Ofertas Públicas de Empleo, la última de ellas con 961 plazas, 60 de ellas de promoción interna, y el resto de oferta libre.
Finalmente el consejero ha afirmado que el Partido Popular estaba convirtiendo la interesante labor de las Cortes, en vez de legítimo control al Gobierno, “en una reiteración de debates estériles, sin valor añadido ninguno para los ciudadanos y para los propios profesionales, ya que incluso puede quedar sin más una engañosa imagen de deterioro y cuestionamiento de nuestro sistema público sanitario”.