En Castilla-La Mancha, con el 63,85% de los votos escrutados, el PSOE mantiene los nueve escaños actuales, el PP alcanza los siete diputados, uno más, y Vox pasa de dos a cinco diputados.
En las elecciones del pasado 28 de abril, el PSOE fue el claro ganador tras recabar en 32,37% de los votos, casi cinco puntos más que en el envite de junio de 2016. Esos resultados le valieron pasar de 7 a 9 escaños.
El PP, por contra, se dejó la mitad de su representación al conseguir solo 6 escaños -por 12 en 2016-, después de caer más de 20 puntos, al pasar de 42,79% del voto recibido al 22,69%. Ciudadanos, por su parte, volvió a irrumpir en el Congreso con hasta cuatro sillas en la Cámara Baja, una por cada una de las provincias a excepción de Cuenca, lo que fue posible con el 17,47% de los sufragios.
Vox logró estrenar dos escaños desde Castilla-La Mancha, uno por Toledo y otro por Ciudad Real, y se quedó a las puertas de conseguirlo en Albacete. Se colocó como cuarta fuerza con el 15,29% de los votos. Unidas Podemos, por su parte, perdió los dos escaños que mantenía por Toledo y Albacete, quedando relegada a la quinta fuerza política con poco más del 10% de los votos recabados.