Luis González
¡Algunas reflexiones euro-peas! (I)
miércoles 23 de abril de 2014, 10:51h
Ahora me pongo a escuchar la radio, a leer los periódicos o a ver la televisión sobre temas económicos en España, y la verdad es que no entiendo nada de nada.
Hace sólo unos años, sin embargo, se hablaba de millones de pesetas y creo que todo el mundo lo entendía, porque realmente se trataba de algo muy nuestro, algo de nuestra propia economía…, no importa que se refiriera a la economía doméstica, empresarial…, o a una escala mucho mayor, cual pudiera ser la nacional. Yo creo que, hasta los más profanos en la materia, entendíamos incluso eso de los “miles de millones…”, (los más iniciados llegaban hasta los billones y ya los más entendidos e inteligentes se atrevían a pensar en los trillones…) si bien es verdad que esto último, nadie se molestaba en imaginarlo porque a eso ya no se alcanzaba a usar. En realidad, solamente debías tener un cierto sentido de la magnitud o de la pequeñez, cosa muy fácil de comprender por otro lado, para estar al día en este tema. O tal vez fuera también, porque había muchos millonarios a nuestro alrededor y, el que más o el que menos, conocía alguno, si no era uno mismo. Nos movíamos casi todos, por tanto, en un mundo en el que más o menos conocíamos ese vocabulario dinerario. Yo creo que hasta lo mamábamos, en mayor o menor escala, desde que chupábamos de la teta de nuestra madre. Y no quiero que penséis con esto que yo diga que aquello fuera lo ideal y mejor que esto de ahora. Simplemente yo deseo expresar una opinión particular… ¡Ah!, y naturalmente que se hacían inversiones millonarias y grandes movimientos monetarios, pero pienso que siempre se hacían con un sentido de la realidad mas estricta y con los pies en el suelo. Apoyándose en realidades físicas y tangibles. La peseta era tan nuestra, al menos a un nivel popular, que no nos jugaba nunca, o si queréis casi nunca, una mala pasada y hasta ella misma nos prevenía de la imprudencia de su mal uso. Como si dijéramos que ella nos protegía a los españoles y en consecuencia, todos los españoles la protegíamos a ella y la defendíamos con uñas y dientes. ¡Vamos, como si fuera una más de la familia…! Después, ya sé que hay muchos que no lo conocieron aquello, planificaron la muerte de la peseta y nos prometieron vivir en el “maravilloso paraíso del euro”. La verdad es que al principio estábamos un poco confundidos y hasta nos costó cambiar el chips y la forma de pensar en pesetas. Naturalmente siempre fue dificultoso para los no entendidos en eso de las economías supranacionales, que por entonces éramos la mayoría de los españoles y, hasta para las operaciones más sencillas, teníamos que traducir los euros a pesetas, para podernos aclarar un poco. Como es muy comprensible, por otra parte, pasado no mucho tiempo unos pensaban que habíamos mejorado y había otros, por el contrario que añoraban la peseta. Cada uno contaba la feria según le iba...
Así fueron transcurriendo aquellos tres o cuatro años primeros, y la gente, poco a poco, y siempre unos más rápidos que otros, se fue adaptando a la nueva realidad monetaria. Casi todos fuimos entrando por el aro y reconociendo que se había mejorado la situación. Así, desde que empezaron a llegar las ayudas de Europa, todo el mundo ha estado muy contento. Pero se ve que, por otro lado, ese pensamiento tan arraigado en los sentimientos de los españoles ligados al ahorro y la prudencia, ha ido desapareciendo del espíritu controlador de la economía tanto personal, como empresarial… y hasta nacional y está empezando a causar estragos. Yo ahora pienso que nos hemos llegado a creer, tal y como así nos lo prometieron, por otro lado, los gobernantes, que con el euro podríamos alcanzar lo inalcanzable y llegar a todas partes. Que ese sería el no va más. El euro sería la llave que nos abriría todas las puertas y a partir de ahí ya podríamos gastar todo lo que quisiéramos que, como ya habíamos entrado en Europa, ella nos iba a salvar de todos los atolladeros en el que nos sumergiéramos.
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Y a partir de ahora… ¿qué?
Últimos comentarios de los lectores (2)
350 | angel - 20/07/2012 @ 23:51:08 (GMT+1)
En parte es cierto, pero se pasa por alto que la mayor parte de la deuda no es pública, sino de familias, empresas y entidades financieras; familias y empresas hiperendeudadas no pagan a los bancos y éstos (que han dado créditos sin garantías suficientes) carecen de dinero para seguir prestando, con lo que la economía se gripa. Ha fallado el control del sistema financiero. Las cajas de ahorro están politizadas en todas partes y se han embarcado en operaciones temerarias o frívolas; el gobernador del Banco de España es un cargo político, con las servidumbres que ello comporta. Familias, empresas, bancos, cajas de ahorro y gobiernos locales, autonómicos y estatales han gastado en demasía. La culpa es de todos un poco (quien hace años pudiendo no compraba un piso para luego revenderlo pasaba por tonto). Es más inteligente buscar soluciones que no culpables (despolitizar o privatizar cajas, descolonizar las instituciones de control de los partidos, listas abiertas, elecciones primarias, fiscalía independiente, limitación de mandatos, etc)
139 | Pepera - 26/05/2011 @ 22:49:32 (GMT+1)
Creo que tiene razón, queremos ya de una vez que todo esto se rregle tanto el ayuntamiento de Talavera, la Diputación de Toledo y la Junta....porque ya era hora está todo hecho una pena. Enhorabuena por este artículo, muy buena reflexión!!!!!
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