‘Estamos aguantando mucho: insultos, agresiones, ácido, cohetes, piedras...’

“Nunca habíamos visto esto” es una de las frases llenas de temor que nos hace estremecer cuando contactamos con un talaverano, policía de las UIP (Unidades de Intervención Policial), desplazado a Barcelona desde hace varias semanas.

Realmente, las imágenes que nos ofrecen estos días las televisiones públicas y privadas nos dan idea de lo que está ocurriendo desde el pasado lunes 14 de octubre, pero los sentimientos en primera persona hacen que la piel se erice cuando este protagonista en primera línea asegura que “es lo más parecido a la kale borroka vasca de hace unos años. Están perfectamente organizados, trabajan en cadena… unos arrancan los adoquines, otros los transportan y otros se encargan de tirárnoslos. La organización es muy cuidada porque hay otros, llamémosles comandos, especializados en montar las barricadas o en apagar las pastillas lacrimógenas que lanzamos para disuadir. Es una auténtica guerra, por eso no sé por qué les llaman pacíficos. Esta gente, de pacíficos no tienen nada”.

Otro de los datos que nos provoca mucha preocupación es el que nos aporta este policía cuando afirma que “conocen nuestros operativos y nos intentan atosigar rodeando nuestros grupos. Yo no había visto nunca algo así”.

Lo cierto es que la capacidad de aguante de los Policías Nacionales o de los Mossos d'Esquadra ante estos disturbios violentos está resultando más que considerable y a eso se refiere este agente cuando asegura que “estamos aguantando mucho. La actitud de los violentos va a hacer que nos revienten, como lo han hecho con muchos compañeros. Estamos recibiendo pedradas, lanzamiento de rodamientos de plomo, cohetes, botellas, botes, ácido, insultos y provocaciones de todo tipo… y eso está provocando muchas lesiones como a nuestro compañero que está muy grave”.

En cuanto a la posibilidad o no de que los efectivos de la Guardia Civil se sumara a las Fuerzas del Orden y desplegadas es tajante cuando nos dice que “no es problema de aportar refuerzos. Se trata de que nos dejen trabajar en base a nuestra experiencia porque a este paso aguantaremos hasta que nos maten”, más incluso con la imprevisibilidad con que se afronta la situación ya que no se prevé el cese de la violencia a corto plazo.

En el plano positivo cabe reseñar que “también hay mucha gente que nos anima y que nos muestra un cariño que se agradece enormemente. Nos traen dulces, comida… gran cantidad de detalles que nos hacen sentirnos como en casa en esos momentos”, afirma.

Asimismo, ante la pregunta por la colaboración de los Mossos d'Esquadra con la Policía Nacional ante los disturbios que se están produciendo desde el pasado lunes es rotundo, “esta vez sí, la colaboración y coordinación es absoluta y se están fajando como nosotros. No hay queja alguna”.

El relato es escalofriante, sobre todo por el tono en el que este policía talaverano nos muestra su preocupación ante una situación que no se sabe cómo discurrirá en las próximas fechas y que los agentes catalogan como “una auténtica guerra urbana”.