"Yo lo tenía muy claro. Era el momento de estar con la familia. Seguí entrenando en Talavera, lo volvería a hacer una y un millón de veces. La vida te va poniendo momentos así y ahora tengo la suerte de que mi madre esté viendo todo lo que me está pasando y disfrutándolo. Agradezco que todas estas cosas estén pasando porque ella lo está pudiendo ver. Del cáncer se sale. Se viven momentos muy duros pero es importante la unión de la familia porque siempre hay uno que tira. Entre todos se superan", dice. Todas las expedicionarias de las cinco ediciones del Reto Pelayo Vida reconocen que el deporte les ayudó mucho en su enfermedad, les demostró que podían volver a ser fuertes. Hoy ha quedado demostrado que ambos tienen muchas cosas en común. "Lo de ellas tiene mucho más mérito y hoy son las protagonistas pero es cierto que en el deporte, como en el cáncer, te toca levantarte días en los que no te puedes ni mover y no tienes ganas de nada. Y luchas por sacar adelante el día. Después vienen días mejores y consigues superarlo", dice Sandra Sánchez para quien es clave tener el apoyo de la familia. El cáncer es un enemigo invisible, como el rival en los katas, pero al que se puede vencer. Sandra Sánchez conoce en primera persona el cáncer de mama. A su madre se lo diagnosticaron hace unos años y ella, que llevaba un mes viviendo y entrenando con el grupo de kárate del Centro de Alto Rendimiento de Madrid, decidió dejar su beca en la capital para estar junto a ella en Talavera de la Reina. Si a ello sumamos el carácter luchador y el afán de superación que la campeona del mundo y pentacampeona del mundo de karate -modalidad de katas- ha demostrado durante toda su trayectoria, nadie mejor que ella para hacer un kata contra el cáncer, para luchar contra un enemigo al que no se ve, como hace en su deporte. Este viernes, un día antes del Día Mundial contra el cáncer de mama, se ha presentado un vídeo en el que Sánchez ejecuta un kata defendiéndose de las células tumorales, a las que planta cara, en un homenaje a todas aquellas mujeres que lo han padecido y que lo padecen hoy en día. "Ha sido un día súper emocionante, todavía tengo un nudo en el estómago. Venía súper nerviosa, creo que más que cuando compito, porque quería que saliera bien, que el vídeo les gustara a las mujeres del Reto Pelayo Vida que no lo habían visto. Haberles podido transmitir fuerza es lo más bonito de todo", decía una emocionada Sandra. Se refiere a las mujeres de las cinco ediciones del Reto Pelayo Vida que desde 2015 han subido al Kilimanjaro , han cruzado el Atlántico, han ido al Ártico, han pedaleado por el valle nepalí del Annapurna y, este año, han estado en los Andes bolivianos atravesando el salar de Uyuni y subiendo el décimo volcán más alto del planeta.
Ana Belén Olivo
Y entre estas mujeres se encuentra la “Espartana”, Ana Belén Olivo, que luchó contra las bajas temperaturas y el hielo en el Reto Pelayo Polar 2017. "Volvería a participar, pero retornaría en el tiempo para recuperar a Micaela, que nos dejó en 2018. Me gustaría volver a vivir la experiencia con mis hermanas, y sentir la sensación de estar muy viva", apuntó.
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