Oreja para Tomás Rufo en Bilbao
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Dispuestos para iniciar el paseillo. |
Participó este viernes, junto a figuras como Ponce o Cayetano, al que brindó su novillo, en el festival benéfico del Club Taurino de Bilbao
sábado 05 de octubre de 2019, 09:38h
Un total de siete orejas se cortaron hoy en la 66 edición del tradicional festival benéfico del Club Taurino de Bilbao, en una tarde en la que brillaron especialmente los más jóvenes, sobre todo el francés Juan Leal y el mexicano Luis David, que desorejaron a sus respectivos novillos. Ponce cuajó una elegante faena al que abrió plaza, un novillo manejable de Garcigrande, al que el valenciano toreó a placer sobre ambas manos. La falta de contundencia con los aceros le privó de tocar pelo. Algo parecido le pasó a Urdiales con el segundo, de Victoriano del Río, con la diferencia que éste fue un animal más medido. El riojano le robó pases inmaculados, mejor si cabe al natural, pero el deficiente uso de la tizona le hizo perder premio. Cayetano fue todo entrega frente al tercero, un muy buen novillo de Domingo Hernández al que toreó con mucha variedad con el percal y al que inició faena de rodillas para continuar toreándolo con notable elegancia por los dos pitones. La estocada viajó a la primera y para él fue la primera oreja de la tarde. Otro trofeo paseó Pablo Aguado del "garcigrande" que hizo cuarto, al que cuajó una faena salpicada de destellos de gran aroma y torería y en la que llegó a ser volteado, por fortuna, sin mayores consecuencias. El que se encargó de encender la traca de verdad fue el francés Juan Leal, que no se guardó nada delante de un utrero de Toros de Cortés que también contribuyó a la emocionante labor que diseñó el joven galo, valiente y variado de principio a fin, tanto que, tras la estocada y un descabello, fue premiado con las dos orejas.
Con la tarde totalmente descorchada llegó el turno de Luis David, que instrumentó una faena rotunda y muy bien hilvanada a otro toro de Cortes de excelente comportamiento. Labor de ritmo creciente y con recursos también a modo que acabaron por convencer a una benévola parroquia sumida en una fiesta total. Dos orejas para él. Cerró la tarde el novillero Tomás Rufo, que entró a última hora en el cartel gracias a su triunfo del pasado fin de semana en Madrid. Y el toledano volvió a demostrar que es uno de los jóvenes llamados a revolucionar el cotarro merced a una faena de muy buena firma ante un ejemplar de Alcurrucén que también se prestó a ello, y al que acabó cortando una oreja.
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Saludando tras pasear una oreja. |