Los escolares castellano-manchegos aprenden cómo se recupera la fauna silvestre de la región
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Cinco centros tratan a estas ‘especies vulnerables’ y realizan actividades de educación ambiental. |
Un grupo de alumnos de un colegio de Oropesa ha participado en la suelta de 10 aves protegidas esta semana en la localidad toledana de Sevilleja de la Jara. Este centro de avifauna acoge a más de 800 ejemplares heridos cada año, que recupera y libera en su hábitat natural.
sábado 28 de septiembre de 2019, 11:05h
El Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Sevilleja de la Jara (Toledo), dependiente de la delegación provincial de Desarrollo Sostenible, ha organizado una actividad de educación ambiental sobre recuperación de fauna silvestre en Castilla-La Mancha con escolares de la provincia de Toledo. En concreto, un grupo de 60 escolares de entre seis y 12 años del colegio de Primaria Martín Gallinar de Oropesa ha participado en la liberación de una decena de aves de varias especies recuperadas en estas instalaciones especializadas, entre las que se encontraban un ejemplar joven de águila imperial ibérica, una especie en peligro de extinción, dos águilas calzadas, dos cárabos, un ratonero común, un cernícalo y 2 mochuelos. Durante la actividad educativa, la bióloga, Pilar Cervera, ilustró a los escolares a cerca del proceso de recuperación de la fauna que se desarrolla en este centro. Asimismo, transmitió a los menores la importancia de proteger nuestra fauna amenazada y el papel que ejercen los centros de recuperación de fauna silvestre de la región en esta tarea. El objetivo de este programa es sensibilizar a niños y adultos sobre el cuidado de la naturaleza, conociendo las causas por las que estos animales heridos o enfermos ingresan en el centro y promoviendo actitudes de respeto y protección hacia nuestra fauna protegida. En este centro ingresan cada año en torno a 700 ejemplares de fauna protegida, principalmente aves, que son cuidadas por los técnicos del centro y liberadas de nuevo a su medio natural cunado su estado lo permite. Estas aves se liberan mediante una anilla y en algunos casos, con un radioemisor, para poder seguir sus pasos y saber si se adaptan de nuevo a la vida en el hábitat natural. Castilla-La Mancha dispone de cinco centros de recuperación de avifauna, uno por cada provincia, en los que trabajan cerca de treinta especialistas.